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Toma leche o cómete un quesito

La leche y los productos lácteos son importantes en una dieta sana y equilibrada, ya que aportan muchos nutrientes esenciales para una buena salud, son accesibles y una deliciosa fuente de nutrientes esenciales.

La leche y los productos lácteos suelen aportar casi un tercio de nuestra ingesta recomendada de calcio, pero la nutrición que proporcionan los productos lácteos va mucho más allá del calcio por sí solo. Un solo vaso de leche semidescremada aporta proteínas, fósforo, potasio, yodo, riboflavina y ácido pantoténico, además del 72% de nuestras necesidades diarias de vitamina B12.

Los beneficios de la leche y otros productos lácteos son:

- Ayudan a mantener sanos los músculos, los huesos, los nervios, los dientes, la piel y la vista

- Aportan la energía necesaria para el funcionamiento de nuestras células y para las actividades de nuestra vida diaria

- Favorecen una presión arterial saludable

- Aportan nutrientes que ayudan al crecimiento normal y al desarrollo del cerebro

- Tienen injerencia en el funcionamiento del sistema inmunológico

Para los niños es indispensable la leche y otros productos lácteos, ya que durante los primeros 5 años crecen rápidamente y tienen grandes necesidades energéticas. La leche entera y los productos lácteos les aportan energía, proteínas, vitaminas y minerales necesarios para su crecimiento y desarrollo, además de que ayuda a proteger los dientes contra las caries.

En la adolescencia los huesos se desarrollan rápidamente, por lo que una dieta adecuada con suficiente aporte de calcio aumenta la densidad mineral ósea, lo que durante la edad adulta será muy importante.

Durante el embarazo y la lactancia es importante que la mujer ingiera suficiente calcio en su dieta, para satisfacer tanto sus propias necesidades nutricionales como las de su bebé en desarrollo.

Las mujeres mayores de 50 años corren un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis, ya que pueden perder las reservas óseas de calcio. Varios estudios han demostrado que el aumento del consumo de leche a esta edad desacelera el ritmo de pérdida ósea.

Las personas mayores también se pueden beneficiar con el consumo de productos lácteos, como el yogurt, que mejora el tránsito intestinal y mejora su microbiota, o algunos quesos, que por su textura blanda y suave pueden ser una alternativa nutritiva para quienes tienen problemas dentales o de deglución.

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