Los seres humanos somos sociales. Necesitamos la compañía y aprobación de otros para desarrollarnos y ser felices. La calidad de nuestras relaciones tiene un enorme impacto en nuestra salud mental, además de aliviar el estrés, la ansiedad y la depresión, mejorar la autoestima y dar consuelo en los momentos difíciles. Está comprobado que la falta de vínculos sociales puede suponer un riesgo para la salud mental y emocional.
Las redes sociales tienen un lugar preponderante en la forma de vida actual, y por supuesto en nuestra forma de vincularnos con los demás. Sin embargo, su uso excesivo puede generar adicción, o problemas como ansiedad, depresión y sentimientos de soledad.
Las redes sociales tienen muchas cosas positivas; te permiten mantenerte al día con familiares y amigos, encontrar comunidades y personas que comparten intereses contigo, promover causas, sensibilizar acerca de problemas, vender/comprar cosas, expresarte de manera creativa.
Sin embargo, se ha comprobado que existe una fuerte relación entre el uso intensivo de las redes sociales y un mayor riesgo de depresión, ansiedad, soledad, autolesiones e incluso pensamientos suicidas. Algunos de los aspectos negativos del uso excesivo de las redes sociales son:
- Sentimientos de inadecuación, envidia o insatisfacción, aunque sepas que las personas suelen compartir eventos agradables y positivos, y fotografías favorecedoras o retocadas.
- Miedo a perderse algo (FOMO; fear of missing out), un concepto muy utilizado por los jóvenes, que surge del sentimiento de que los demás se divierten más o viven mejor, y tú te estás perdiendo de eso.
- Aislamiento. Un estudio de la Universidad de Pensilvania descubrió que el uso elevado de Facebook, Snapchat e Instagram aumenta la sensación de soledad en lugar de disminuirla.
- Mayor riesgo de desarrollar o agravar trastornos del estado de ánimo como la ansiedad y la depresión.
- Ciberacoso, rumores hirientes, mentiras, comentarios ofensivos y abusos.
Las plataformas de las redes sociales están diseñadas para captar tu atención, mantenerte conectado y hacerte mirar repetidamente la pantalla en busca de actualizaciones. Al igual que una adicción, las redes sociales puede crear “necesidad” por recibir un "me gusta", un "compartir" o una reacción favorable, ya que esto desencadena la liberación de dopamina en el cerebro, el neurotransmisor de la recompensa y la satisfacción.
Si crees que tu uso de las redes sociales se está saliendo de control, o que por estar viendo el celular dejas de hacer las cosas importantes de tu vida, puedes intentar tomar medidas como:
- Trata de reducir el tiempo que “te das permiso” de interactuar con las redes sociales.
- Apaga el teléfono en determinados momentos del día, como al manejar, en reuniones, a la hora de comer, cuando estás con tus amigos o tus hijos.
- Evita llevarte el celular a la cama, déjalo apagado en otra habitación durante la noche.
- Desactiva las notificaciones de las redes sociales.
- Si nada funciona, busca ayuda.
