Dicen que hay dos tipos de mujeres, las que padecen estreñimiento y las mentirosas…
Ser mujer adulta es uno de los factores de riesgo más mencionados para la constipación o estreñimiento, y se presenta aproximadamente en 4 mujeres por cada hombre, es decir con mucha mayor frecuencia entre ellas que entre ellos.
Los motivos de esto son varios, entre los que podemos mencionar una predisposición biológica, un estilo de vida más sedentario y hábitos alimenticios deficientes. También pueden influir factores psicológicos, como la ansiedad o la depresión, o psicosociales, que se manifiestan, por ejemplo, anteponiendo las necesidades de los demás antes que las propias.
El estreñimiento se caracteriza por evacuaciones intestinales poco frecuentes o dificultad para evacuar que persiste durante días o incluso semanas. Se habla de estreñimiento cuando la frecuencia de evacuación es inferior a dos o tres veces por semana, o cuando las heces son duras y deshidratadas y evacuar requiere de un esfuerzo importante. El estreñimiento puede ser ocasional, y se puede resolver sin mayor problema, o puede ser crónico y sus causas pueden no ser funcionales, sino orgánicas, por lo que es muy importante consultar al médico, para que descarte cualquier problema de salud.
El estreñimiento se debe a factores como el estrés, la alimentación baja en fibra, no tomar suficiente agua, la acción de algunos medicamentos, la falta de actividad física o incluso el mal hábito de no acudir al baño en cuanto se siente la necesidad. En ocasiones, el embarazo o la menopausia también pueden provocarlo.
Las hemorroides es una de las consecuencias más desagradables e incómodas del estreñimiento, pero no es la única, ni la más dolorosa; por todo esto es recomendable prevenirlo en la medida de lo posible y, en todo caso, remediarlo.