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Valoración psicopedagógica para niños

Cuando la escuela detecta una dificultad continua del niño para adquirir y aplicar nuevos conceptos, complicación para la organización del pensamiento, o un desarrollo por debajo de lo esperado para su edad en las diferentes áreas (coordinación motriz, articulación o lenguaje, lectura, comprensión, escritura y/o matemáticas) se puede solicitar una evaluación psicopedagógica.

La dificultad en el aprendizaje y el rezago académico no son fáciles de resolver, si no se identifica la causa específica; esto requiere del apoyo de un especialista, el cual le proporcionará las herramientas necesarias para fortalecer las habilidades que presentan algún retraso. Solo de esta manera el niño alcanzará el nivel académico del resto de sus compañeros. Cuando un niño recibe información sobre algún tema o materia, y después de almacenarla no logra mostrar el conocimiento adquirido, no lo hace por gusto o por falta de capacidad, sino porque existe una falla que está frenando el proceso. Una falla que no le permite demostrar lo que sabe.

Una valoración psicopedagógica brindará la información necesaria para hacer un diagnóstico de las habilidades y capacidades del niño. A partir de dichas habilidades y capacidades se creará una estrategia efectiva para favorecer, tanto el aprendizaje, como una vida escolar positiva.

La importancia de realizar una valoración psicopedagógica a tiempo es evitar que el niño se desgaste emocionalmente, que pueda lograr éxitos académicos, que aprenda con gusto, que sea independiente en el proceso del aprendizaje, y así mantenga su autoestima. Esto solo se logra al fortalecer las áreas que aún están en desarrollo.

Una valoración psicopedagógica es un conjunto de pruebas que se hacen para conocer las fortalezas, debilidades y capacidades del niño, obtener un diagnóstico sobre los factores que interfieren en el desempeño escolar y, de esta manera, crear un plan de acción para la escuela, casa y, en su caso, terapia. Este plan de acción se compone de estrategias conductuales, de aprendizaje, adecuaciones curriculares, cambios dentro de la ubicación del salón de clases, alternativas en la presentación de exámenes y apuntes y/o algún tipo de apoyo adicional.

El estudio nos muestra las fortalezas y debilidades del niño; esto ayuda a saber de qué manera aprende mejor, cuándo le es más fácil concentrarse, con qué tipo de apoyo logrará un mejor desempeño académico, cómo enseñar nuevos conceptos, entre otras.

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