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Lo que viene después de la tormenta

Por la Maestra Bibiana Cadena

La historia nos ha enseñado lecciones muy valiosas. En tiempos difíciles siempre hemos afrontado las circunstancias, ya que sabemos que no hay mal que dure cien años. El ser humano es resiliente por naturaleza, ha aprendido a sobrevivir y, por lo tanto, se sobrepone de todos los horrores a los cuales pueda ser enfrentado, ya sea por la naturaleza o bien por las propias guerras provocadas por las ambiciones de éste.

Lo aprendido les es útil a los hombres de negocios y a los líderes políticos, para así poder vislumbrar cómo tienen que manejar el gran reto de los años venideros.

Según el artículo de Mc Kinsey and Company “And now win the peace”: Ten lessons from history for the next normal, en la época de la post guerra (2ª GM), surgieron los momentos más gloriosos de las economías de los países desarrollados. Por supuesto que ahí surgió el bloque comunista de Europa y en diversas partes del mundo hubo crisis y conflictos.
La historia nos ha enseñado lecciones muy valiosas. En tiempos difíciles siempre hemos afrontado las circunstancias, ya que sabemos que no hay mal que dure cien años. El ser humano es resiliente por naturaleza, ha aprendido a sobrevivir y, por lo tanto, se sobrepone de todos los horrores a los cuales pueda ser enfrentado, ya sea por la naturaleza o bien por las propias guerras provocadas por las ambiciones de éste.

Lo aprendido les es útil a los hombres de negocios y a los líderes políticos, para así poder vislumbrar cómo tienen que manejar el gran reto de los años venideros.

Según el artículo de Mc Kinsey and Company “And now win the peace”: Ten lessons from history for the next normal, en la época de la post guerra (2ª GM), surgieron los momentos más gloriosos de las economías de los países desarrollados. Por supuesto que ahí surgió el bloque comunista de Europa y en diversas partes del mundo hubo crisis y conflictos.

Sin embargo, las grandes potencias volcaron los avances tecnológicos que fueron desarrollados para la guerra, al uso cotidiano; a Japón y a Alemania, al ser derrotados, no les fue permitido desarrollar armas, por lo que enfocaron sus innovaciones en la tecnología. El periodo después de la Segunda Guerra Mundial fue altamente productivo económicamente; fueron 30 años sostenidos de crecimiento, incluyendo a países como Francia e Italia. Por supuesto Estados Unidos, como el gran ganador, también capitalizó el triunfo.

Tras una tragedia de tal magnitud, como lo fue la Segunda Guerra Mundial, existía la necesidad imperiosa de poder reconstruir la vida, las viviendas, ciudades enteras. No olvidemos que La NECESIDAD es la fuerza motora que impulsa al ser humano a la acción.

El funcionario británico William Beveridge, en 1941, publicó un artículo en donde afirmaba que había que erradicar los cinco males gigantes: la miseria, la enfermedad, la ignorancia, la inmundicia y la ociosidad.

Era importante que al término de la guerra iniciara de inmediato la reconstrucción, no eran tiempos para el ocio, el sentido de urgencia prevalecía.

Todo lo anterior llevó a estos países a mantener una inversión sostenida en infraestructura física y humana, en la adaptación de los negocios, en sacar las conclusiones correctas de lo aprendido, sosteniendo las inversiones.

Estas fuertes lecciones deben ser tomadas en cuenta ahora, después de una pandemia, en donde sin duda no ha habido tantas pérdidas humanas como en la Segunda Guerra Mundial, pero las economías sí han sufrido el embate feroz de la pandemia, por lo que el ser humano tiene la oportunidad de reinventarse.

Todo ha cambiado, la educación y el trabajo desde casa han liberado diversas tecnologías sin costo al mundo entero, para reinventarnos, para conectarnos, para sobrellevar el encierro; en donde los seres humanos han compartido el conocimiento, la tecnología con un enfoque de comunidad, de servicio, de solidaridad. Inclusive la industria del entretenimiento ha compartido contenidos de forma gratuita, conciertos, películas, series, etc.

Seguramente también cambiarán las políticas de comercio exterior, vienen retos de gran relevancia, como poner al alcance de todo el planeta la vacuna contra el COVID 19.

Se deberá renovar el sector público, las políticas sociales, reformar los sistemas de salud, las políticas hacendarias, para que reactiven la inversión. Será de vital importancia construir y reconstruir una infraestructura digital, que llegue a todos, que no separe aún más a los necesitados.

El sector privado tendrá que asumir la responsabilidad de invertir, de impulsar y agrandar la fuerza laboral para echar andar el mecanismo económico. Deberá impulsar la tecnología para incrementar la productividad.

El mundo ha sufrido más de 20 pandemias a lo largo de la historia.

En la antigüedad se creía que Dios enviaba la enfermedad al pueblo que se había portado mal.

Se sabe que, en la plaga de Atenas, en el año 430 a. C., murieron 150,000 personas; la plaga de Peste Negra en la Edad Media acabó con 200 millones de personas. Aparentemente la produjeron las pulgas alojadas en las ratas negras de los barcos que venían de China; la viruela, una plaga que en la historia de la humanidad ha cobrado 300 millones de personas, surge en el año 10,000 a. C., y uno de los brotes más relevantes fue durante la conquista, en 1525 en América, que cobró entre 12 y 15 millones de vidas, ya que los nativos americanos no contaban con anticuerpos contra ella; la Gripe Española, surgida en Estados Unidos y llevada a Europa por la tropa estadounidense, terminó con la vida de 50 millones de personas durante el fin de la Primera Guerra Mundial.

Así, para la humanidad no es nada nuevo el tema de las pandemias, para los que nunca hemos vivido una, por supuesto que lo es, y muchos de los líderes de negocios y políticos no han vivido ni siquiera una Guerra Mundial, por lo que el reto de esta pandemia es grande. Es algo que nunca nos hubiéramos imaginado vivir, algo que parece sacado de la ficción.

¿Qué viene después de la tormenta?

La obligación de todos, como sociedad, de actuar en consecuencia, sacar lo mejor de nosotros mismos impulsados por esa necesidad apremiante de que termine y de salir renovados y más fuertes, para hacer de este un mundo lleno de oportunidades para todos. Recordando que no gana el más fuerte, sino el que mejor se adapte.

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