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Juegos y juguetes, un asunto muy serio

El juego es una de las actividades más importantes en la vida de todo niño, por lo que es universal, promueve su desarrollo, favorece su imaginación, expresión artística y lenguaje.

El lenguaje dentro del juego funciona como mediador; funge como herramienta que promueve y facilita la interacción entre el niño y el juego, entre el niño y otros niños, y entre el niño y el adulto.

Mediante el juego, el niño puede verbalizar sus fantasías, deseos, sentimientos (Winnicott, 1999).

El juego cumple también funciones comunicativas, permite integrar el mundo afectivo y el social, desarrollar su capacidad para inventar y construir; así también, esta actividad favorece la salud emocional y física del infante, e incrementa su interés por el aprendizaje. La frase “los niños aprenden jugando” resume la importancia que adopta el juego en el desarrollo del menor, no solo físico, sino también intelectual (Esquivel, 2010). El juego influye en la formación de funciones cognitivas básicas, tales como la memoria y la percepción; además de autorregulatorias, como enseñar lo que se debe o no hacer, permitiendo introyectar reglas y patrones sociales de comportamiento.

Tipos de juego

Cada niño es diferente, y por tanto diferente también será su juego, aun así, la diversidad de juegos se puede englobar de la siguiente manera.

- Juego de roles: los participantes adoptan las características de un personaje al que deben representar, y es a partir de ahí que se crean una imagen de esa persona; las personificaciones van desde aquellos con quienes conviven, hasta seres míticos, como hadas o monstruos.

- Juego en paralelo: convergen dos participantes en un mismo lugar, no obstante, cada uno tiene sus propios juguetes y es independiente uno del otro, este juego es característico de los bebés.

- Juego en solitario: como su nombre lo indica, el niño solo crea su mundo, puede ser mágico o no, y en él se desenvuelve; no por ser en solitario supone un problema, pues si bien los niños están solos, no por eso dejan de aprender y crear (Winnicott, 1999).

Los juguetes

Los juguetes son el eje central en el desarrollo del juego, estos objetos fungen como mediadores entre la realidad y la fantasía del niño, hay varias consideraciones que se deben tener en cuenta antes de dar al niño la posibilidad de elegir entre uno u otro juguete. Es importante que los juguetes vayan de acuerdo con la edad del menor; la mayoría de estos incluyen la edad recomendada para su uso, y no debemos omitirla; que no contenga piezas demasiado pequeñas y sus componentes no sean tóxicos, ya que es frecuente que los niños los lleven a su boca. Asimismo, es recomendable que sean de distintos tamaños, texturas y formas, de colores llamativos, que estén en buen estado y, si es posible, que estos tengan más de un uso, así, la posibilidad que tendrá el menor para descubrir e interactuar será mayor.

Es importante excluir aquellos juguetes que puedan dañar su integridad física, como lo son las puntas afiladas o aquellos que inciten a la violencia, para que el juego suceda en un espacio armonioso y favorezca el aprendizaje. Recuerda que los juguetes no tienen sexo, esto es, que no pertenecen exclusivamente a niños o niñas, evita dar a tus hijos juguetes que marquen la diferencia entre los roles y determinen tareas específicas a cada género. Finalmente, si vas a regalar un juguete, pon entre tus opciones un libro, siempre es una buena idea fomentar el gusto por el maravilloso mundo de la lectura y la imaginación; busca juguetes que no solo entretengan, sino que potencien las habilidades mentales de los infantes, elige aquellos que exijan más que solo oprimir un botón o seguir una instrucción.

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