En países como México, donde se consumen alimentos ricos en grasas, picantes o irritantes, es común que la gente sufra acidez estomacal, caracterizada por sensación de ardor dolorosa en el pecho o garganta1.
Si bien los antiácidos alivian la acidez2, su dependencia podría ocultar problemas de salud más graves como el cáncer gástrico (CG), una de las principales complicaciones de la gastritis crónica debido a la Helicobacter (H) pylori3, bacteria que se trasmite de una persona a otra por contacto directo con saliva, heces, alimentos y agua contaminados4.
Aunque 90% de los casos de CG son secundarios a infección por H. pylori5, existen otros factores de riesgo como ser mayor de 55 años, hombre, tener antecedentes genéticos o familiares, así como consumir tabaco, beber mucho alcohol o llevar una dieta con alto contenido de sal6.
El cáncer gástrico produce anualmente más de un millón de muertes en el mundo5; de ellas, más de 6 mil son mexicanas7. Aunque se conoce la historia natural de este padecimiento, la ausencia de síntomas específicos, de programas de detección temprana y herramientas diagnósticas no invasivas, ha propiciado un diagnóstico tardío y alta mortalidad8.
Actualmente la medicina de precisión utiliza biomarcadores, pruebas para identificar genes, proteínas y otras sustancias que ofrecen información sobre el cáncer y pueden ayudar a los médicos a diagnosticar o elegir un tratamiento9, teniendo como opciones disponibles la cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida e inmunoterapia; esta última estimula las defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer10.
Nuevos estudios indican que la combinación de quimioterapia con inmunoterapia prolonga varios meses la supervivencia general y el tiempo antes de que la enfermedad empeore en comparación con la quimioterapia sola11, lo que representa un nuevo tratamiento estándar de primera línea para estos pacientes12.
El cáncer gástrico suele encontrarse en estadio avanzado al momento del diagnóstico13 porque en sus primeras etapas no da síntomas o éstos se confunden con otras afecciones estomacales14. Incluso, la mayoría de las personas pasan años con ardor en la boca del estómago pensando que es una gastritis15, pero a la larga pueden presentar dolor, dificultad para tragar, vómitos y pérdida de peso sin razón conocida16.
Es importante NO AUTOMEDICARSE para aliviar una gastritis15 y acudir al gastroenterólogo u oncólogo17, quienes podrían solicitar la realización de una endoscopía superior y una biopsia16 para confirmar la sospecha y comenzar un tratamiento, sobre todo si el cáncer fue detectado de forma tardía.
No hay manera de prevenir el CG, pero mantener un peso corporal saludable, llevar una alimentación rica en frutas y verduras, y realizar actividad física pueden reducir el riesgo de padecerlo18.
Bristol Myers Squibb México le recuerda que el diagnóstico temprano del cáncer salva vidas19.
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