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Ejercicio y longevidad

Todos sabemos que hacer actividad física de manera cotidiana favorece a la salud de muchas maneras, mantener un peso corporal adecuado y fortalecer el corazón. Estudios recientes arrojan resultados que apuntan en el sentido de que practicar ejercicio diario puede desacelerar el proceso de envejecimiento a nivel celular y sumar años a la expectativa de vida.

Investigadores de la prestigiosa Universidad de Harvard, afirman que 15 minutos de actividad física todos los días es suficiente. En un estudio más reciente de Brigham Young se analizaron muestras de ADN de casi 6,000 adultos; los telómeros, los extremos de los cromosomas que tienden a acortarse con la edad, de quienes realizaban actividad física eran más largos, de los de quienes eran sedentarios, y la edad biológica de los primeros era hasta 9 años más joven que su edad cronológica.

Otro estudio realizado por Scott Trappe de la Ball State University arrojó sorprendentes resultados, como que deportistas septuagenarios que han hecho actividad física durante toda su vida mantenían el corazón, los pulmones y la aptitud muscular de personas 30 años más jóvenes. Sin embargo, nunca es tarde para comenzar; se sabe que quienes comienzan a hacer ejercicio después de los 50, e incluso después de los 70, obtienen enormes beneficios.

Por su parte, la revista Mayo Clinic Proceedings reveló que los deportes en equipo pueden también ayudar a prolongar la vida, ya que la interacción social, el adecuado manejo del estrés y la diversión, presentes en este tipo de deportes, también tienen un impacto en una mayor expectativa de vida. Adicional a esto, el compromiso con el equipo y los buenos ratos que estas actividades otorgan, hacen menos probable que se deje de practicar el deporte. La suma de todos estos factores hace muy recomendables los deportes de equipo, para conservar la juventud y el bienestar.

El consenso de estudiosos afirma que la actividad física ayuda a prolongar la vida de una manera saludable, y sugiere el entrenamiento de intervalos de alta intensidad, que ha demostrado revertir el envejecimiento a nivel celular. Esta modalidad consiste en alternar entre periodos cortos de ejercicio de alta intensidad y un ritmo más pausado a lo largo del periodo de entrenamiento.

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