La conducta de los niños generalmente proviene de imitar a la gente con la que conviven, es importante poner el ejemplo de la conducta que esperamos de ellos. Lo que aprendan lo llevarán a las otras áreas de sus vidas, y el tipo de relaciones que formen en la niñez tenderá a ser el tipo de relaciones que repetirán en sus vidas.
El ambiente que rodea al bebé es la principal causa de que su comportamiento sea correcto o incorrecto, por ejemplo, correcto cuando aprende a guardar sus juguetes en su caja de juguetes después de haberlos utilizado; incorrecto cuando hace un berrinche.
Nuestra naturaleza humana nos permite aprender directamente de las experiencias de nuestro medio ambiente, y no solamente de la educación formal que tuvimos por medio de los sistemas escolarizados. A través del aprendizaje desarrollamos los medios habituales para obtener lo que queremos, esto es, obtener y mantener el placer, y evitar la incomodidad y el dolor. El aprendizaje empieza cuando los bebés descubren conductas que producen recompensas y entonces las repiten para obtener la recompensa deseada. Entre más fuerte o más deseada sea la recompensa, el bebé aprenderá más fácil y rápido. Pero la conducta que manifieste no siempre será la adecuada o correcta para obtener lo que desea, para que sea la correcta los padres deberán mostrarle la conducta que debe realizar.
Para que los bebés aprendan las conductas adecuadas, los padres pueden hacer lo siguiente:
1. Mostrar con el ejemplo la conducta que quieren que sus bebés hagan. Aquí estamos hablando de conductas sencillas, como guardar sus pertenencias en el lugar que corresponde, pedir las cosas por favor y dar las gracias, estar tranquilos ante una situación difícil, terminar con lo que se inicia, cumplir con lo que se promete o dice. Si los padres son disciplinados y consistentes en este punto, será mínimo el esfuerzo por cambiar una conducta no deseada.
2. Hacer tratos, es decir, que el bebé haga algo que los padres quieren y después obtendrá una recompensa. Por ejemplo, si los padres quieren que se termine la mayoría de sus alimentos, deberán decirle que le darán o harán lo que le gusta si se termina su comida; o que si guardan sus juguetes podrán salir al parque. Aquí es muy importante que los padres cumplan con lo prometido para que los pequeños confíen en que lo que hacen será recompensado.
3. Cambiar de objetivo. Cuando el bebé está mostrando una conducta incorrecta, los padres no deben alimentar esa conducta con su atención, ya que muchas veces la misma atención que le dan al bebé es la recompensa, lo que deben hacer es cambiar la atención del bebé a otra conducta que sea adecuada. Por ejemplo, si van en la calle y el bebé empieza a hacer berrinche porque quiere un dulce que vio, deberán distraer su atención hacia otra cosa igual de importante para él, si lo distraen con cosas que no son de su agrado o importancia seguirá poniendo su atención en el dulce y no funcionará esta técnica.
Todo lo que hagan para cambiar una conducta inadecuada o mantener una conducta adecuada, dependerá de la autodisciplina que tengan los padres y su autocontrol, sobre todo con las conductas no deseadas. Deben esforzarse y siempre tener en mente que no es un proceso instantáneo, que los bebés progresarán y volverán a regresar como al principio, hasta que sea consistente y continua la conducta.
