Las algas crecen en las costas rocosas de todo el mundo. Son una fuente de alimento para la vida oceánica y su color puede variar del rojo al verde, pasando por el marrón y el negro.
Como alimento se consume ampliamente en países asiáticos como Japón, Corea y China. son muy versátiles y se pueden utilizar en muchos platos, como rollos de sushi, sopas y guisos, ensaladas y licuados. También se comercializan en suplementos alimenticios.
Las algas son muy nutritivas, algunos beneficios de consumirlas son:
• Contienen yodo y tirosina.
Las algas tienen la capacidad única de absorber cantidades concentradas de yodo del océano. Las algas contienen una fuente concentrada de yodo y un aminoácido llamado tirosina. La glándula tiroides necesita ambos para funcionar correctamente y producir hormonas.
• Fuente de vitaminas, minerales y proteínas
Cada tipo de alga tiene un conjunto único de nutrientes. Las algas contienen pequeñas cantidades de vitaminas A, C, E y K, además de folato, zinc, sodio, calcio y magnesio. Las proteínas presentes en algunas algas, como la espirulina y la chlorella, contienen todos los aminoácidos esenciales. Algunas algas son una buena fuente de grasas omega-3 y vitamina B12.
• Aportan antioxidantes
Las algas contienen una gran variedad de antioxidantes, como vitaminas A, C y E, carotenoides y flavonoides. Los antioxidantes pueden hacer que las sustancias inestables del cuerpo, llamadas radicales libres, sean menos reactivas y dañinas para las células del cuerpo.
• Proporcionan fibra y polisacáridos que pueden favorecer la salud intestinal
Las algas son una excelente fuente de fibra, que resiste el proceso de digestión y favorece la proliferación de las bacterias buenas del intestino grueso que constituyen el microbiota. Se sabe que un microbiota sano es esencial para la buena salud. Además, se ha demostrado que determinados azúcares presentes en las algas marinas, denominados polisacáridos sulfatados, aumentan el crecimiento de éstas bacterias.
• Ayudan al control del peso
La fibra contenida en las algas no aportan calorías, por lo que desaceleran el vaciado del estómago, ayudando a sentir saciedad por más tiempo y retrasando la sensación de hambre. Además, varios estudios con animales sugieren que una sustancia de las algas llamada fucoxantina puede ayudar a reducir la grasa corporal.