El albinismo es un trastorno genético poco frecuente provocado por la falta de melanina, el pigmento que da color a la piel, el cabello y los ojos. Las personas con albinismo tienen la piel pálida, el pelo blanco y los ojos rosados o de color muy claro. También son más susceptibles de padecer cáncer de piel y problemas de visión.
El albinismo es causado por una mutación en uno de los varios genes que intervienen en la producción de melanina. La mutación puede heredarse de cualquiera de los progenitores o producirse espontáneamente. El albinismo no es contagioso.
Hay distintos tipos de albinismo, cada uno con sus propios síntomas. El tipo más común es el albinismo oculocutáneo, que afecta a la piel, el pelo y los ojos. Otro tipo de albinismo es el ocular, que solo afecta a los ojos.
Las personas con albinismo se enfrentan a una serie de retos. Tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de piel, sobre todo si no se protegen del sol. También pueden tener problemas de visión, como nistagmo (movimiento rápido de los ojos), estrabismo (ojos bizcos) y fotofobia (sensibilidad a la luz).
Algunos datos acerca de esta condición:
- Se calcula que el albinismo afecta a 1 de cada 20,000 personas en todo el mundo.
- El albinismo es más común en algunas partes del mundo, como África y Sudamérica.
- No existe cura para el albinismo.
- Las personas con albinismo pueden llevar una vida larga y sana si reciben los cuidados adecuados.
- Con los cuidados adecuados, las personas con albinismo pueden ir a la escuela, trabajar y participar en todos los aspectos de la vida.
