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Tu mejor regalo

Diciembre es uno de los meses más intensos del año; ahora súmale el riesgo de contagio de Covid-19, que en estos momentos en nuestro país es alarmante. También, durante esta temporada otros riesgos para la salud se incrementan: los cambios de clima son muy bruscos, las temperaturas extremas, la contaminación ambiental aumenta, nuestra dieta cambia y sometemos a nuestro organismo a excesos de todo tipo. Si a todo esto sumamos el ingreso a nuestro organismo de 7,000 sustancias químicas, de las cuales muchas son promotoras del cáncer, a través del humo de tabaco, la situación se agrava.

El tabaquismo, junto con el consumo excesivo de alcohol, el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo son importantes factores de riesgo para contraer alguna o varias de las enfermedades no transmisibles, que matan a 8 de cada 10 personas en el mundo y en el país, además de ser un factor de riesgo para una infección grave por coronavirus SARS-Cov2.

A la luz de la actual situación sanitaria, y habiendo sido testigos de nuestra vulnerabilidad ante una amenaza microscópica, durante estas fechas decembrinas puedes darte a ti, y a los que te rodean, el mejor regalo: Dejar de fumar.

Piensa en un regalo así, quizá no es el que más te guste inmediatamente y te resulte difícil, incluso aceptarlo. Tal vez pondrás pretextos y dirás que no quieres recibir ese regalo. O incluso podrás mentirte a ti mismo y decir que no necesitas ese regalo y que tú puedes dejarlo cuando lo desees, pero ahorita no quieres porque te relaja, te entretiene la boca, te ayuda a mantenerte en peso… Trata de ser honesto contigo, fumar no es un placer. El tabaquismo es una adicción y lo que te relaja es satisfacerla, darle la siguiente dosis, el siguiente fix. Siendo honesto contigo mismo, puedes tomar una decisión más real e informada, y es perfectamente válido elegir seguir fumando, pero desde “la neta”.

Habiendo visto y vivido las terribles consecuencias de la pandemia de Covid-19, que finalmente de una u otra forma nos alcanzó a todos, podemos revalorar algunas cosas, empezando por la posibilidad de respirar, de dar una bocanada de aire sin que nada nos lo impida.

Dejar de fumar no es fácil, pero sí se puede. En la actualidad existen muchas opciones que se adaptan a las necesidades de cada fumador. Así que considéralo, nada más piénsalo. Te lo agradecerán tus pulmones, tu corazón, tus dientes, tus arterias, tu vejiga, tus huesos, tu esófago, tu laringe, tu boca, tu garganta, tus riñones, tu estómago, tu colon, entre muchos otros tejidos y órganos, pero sobre todo, te lo agradecerán las personas que más te quieren.

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