imagen del artículo Trasplante de riñón

Trasplante de riñón

El trasplante de riñón es una intervención quirúrgica en la que se coloca un riñón sano de un donante en el cuerpo del receptor, para sustituir a sus dos riñones insuficientes. Suele realizarse para tratar la enfermedad renal crónica en estadio 5, en la que los riñones ya no funcionan lo suficientemente bien como para mantener la vida.

Existen dos tipos principales de donantes de riñón:

- Donante vivo: Un donante vivo puede ser un amigo, un familiar o incluso un desconocido que sea compatible. Los trasplantes de donante vivo suelen preferirse porque los riñones tienden a durar más que los de donantes fallecidos.

- Donante fallecido: Un donante fallecido es alguien que ha muerto pero cuyos órganos pueden donarse para ayudar a otras personas. Los riñones de donantes fallecidos son el tipo de riñón más utilizado en los trasplantes.

En resumen, el procedimiento es de la siguiente manera:

- Antes de la intervención: El receptor y el donante se someten a pruebas y estudios para asegurarse de que son compatibles para el trasplante. Estas pruebas incluyen análisis de sangre, tipificación de tejidos y radiografías. El receptor también deberá tener buena salud general para someterse a la operación.

- Durante la intervención: Un equipo de cirujanos y otros profesionales médicos dan anestesia general para que el paciente esté dormido y no sienta dolor. Entonces el cirujano hace una incisión en la parte inferior del abdomen, normalmente cerca de la ingle. El riñón donado se coloca en el cuerpo del receptor y se conecta a sus vasos sanguíneos y vejiga. Normalmente no se extraen los riñones del receptor, a menos que causen problemas. La intervención suele durar entre 3 y 4 horas.

- Después de la intervención: El receptor permanece hospitalizado algunos días para su control y recuperación. Deberá tomar medicamentos para evitar que su organismo rechace el nuevo riñón y para que este se mantenga sano, además de seguir una dieta especial.


El tiempo de recuperación de un trasplante de riñón puede variar en función cada paciente y su estado general de salud. La mayoría de los receptores pueden reincorporarse al trabajo y a sus actividades habituales en unas pocas semanas.

El trasplante de riñón libera al paciente de la dependencia de una máquina de diálisis y los estrictos cuidados que implica, permitiéndole una mejor calidad de vida.

También te puede interesar