Por la Dra. Silvia Paola Cárdenas Chaparro
El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es el trastorno de ansiedad más grave que se ha descrito; es una enfermedad psiquiátrica que afecta a entre 1 y 3% de la población, y cuyos primeros síntomas suelen presentarse en la infancia o en la adolescencia.
La primera referencia clínica data de 1838, a cargo del psiquiatra francés Jean-Étienne Dominique Esquirol (1772-1840), que consideraba las obsesiones y compulsiones como síntomas de melancolía y depresión. Para inicios del siglo XX, se creía que el TOC era de origen psicológico.
Sin embargo, diversos estudios recientes apuntan hacia la existencia de predisposición genética y biológica.
La característica esencial del TOC es la presencia de obsesiones o compulsiones de carácter recurrente, lo suficientemente graves como para provocar la pérdida de cuando menos una hora al día, o un importante deterioro de las actividades cotidianas. Por ejemplo, no poder trabajar porque están presentes las ideas intrusivas, no avanzar en las labores por cumplir con las compulsiones, tener problemas familiares porque en casa no se cumplen irracionales estándares de orden y limpieza.
Las obsesiones son ideas, pensamientos, impulsos o imágenes de carácter persistente, que el individuo considera intrusas e inapropiadas, y que provocan gran ansiedad. Las obsesiones más frecuentes son ideas recurrentes, que versan sobre temas específicos como:
✔ La contaminación, por ejemplo, miedo a contraer una enfermedad al saludar de mano.
✔ Dudas repetitivas, como preguntarse a uno mismo si se ha realizado un acto en concreto, como haber atropellado a alguien, haber apagado la estufa antes de salir de casa.
✔ Orden y limpieza, por ejemplo, que las cosas se mantengan en un rígido orden específico, con frecuencia en simetría.
✔ Impulsos de carácter agresivo u horroroso, como pensamientos acerca de herir a alguien o violentar gravemente las formas sociales.
✔ Fantasías sexuales de carácter recurrente.
Es importante hacer notar que estos no son pensamientos y preocupaciones corrientes debido a los problemas de cualquier persona, como dificultades laborales, económicas, familiares, etc., más bien, rara vez están relacionados con hechos de la vida real; en algún momento del curso del trastorno el individuo reconoce que estas obsesiones o compulsiones son exageradas o irracionales.
El TOC puede aparecer con otros síntomas psiquiátricos, como depresión, ansiedad, trastorno de conducta alimentaria, de control de impulsos o dismórfico corporal, o consumo de drogas.
La causa no se conoce con exactitud, sin embargo, hay evidencias que apuntan a variaciones en las estructuras y circuitos cerebrales, especialmente los neurotransmisores, entre los que se encuentra la serotonina. Finalmente, se sabe que este es un trastorno de origen multifactorial, es decir, que se aparece con la presencia de factores genéticos, neuroanatómicos, y/o neuro-bioquímicos.
Ante la sospecha de algún trastorno psiquiátrico, como el trastorno obsesivo compulsivo, es indispensable consultar a un especialista, quien diagnosticará y tratará el padecimiento.
