El tétanos es una enfermedad grave, causada por una toxina producida por la bacteria Clostridium tetani, que se encuentra en el suelo y en el estiércol animal. La bacteria entra en el cuerpo a través de cortes, raspaduras, mordeduras, objetos contaminados o incluso heridas de parto. La toxina producida por la bacteria se propaga a través de la sangre y causa espasmos musculares dolorosos en todo el cuerpo, incluyendo la mandíbula, lo que puede dificultar la respiración, e incluso causar la muerte.
La mejor manera de prevenir el tétanos es mediante la vacunación. El esquema de vacunación en México es de cuatro dosis aplicadas a los 2, 4, 6 y 18 meses, y posteriormente un refuerzo a los 6 años.
Otras medidas de prevención incluyen:
- Limpiar bien y desinfectar cualquier herida.
- Usar protección adecuada, como guantes, al trabajar con herramientas que pueden causar heridas o en espacios donde puede haber estiércol.
- Evitar el contacto con animales desconocidos o salvajes.
- Mantener los objetos cortantes o punzantes fuera del alcance de los niños.
- Beber agua hervida o purificada y desinfectar los alimentos antes de ingerirlos, ya que una infección intestinal que pueden facilitar la entrada de la bacteria Clostridium tetani al cuerpo.
Si se sospecha de tétanos, es indispensable acudir a un servicio médico de emergencia, pues puede ser mortal. El tratamiento puede incluir el uso de antitoxina tetánica y antibióticos para prevenir la propagación de la bacteria. También se puede administrar un relajante muscular para controlar los espasmos. En casos graves, el paciente puede requerir asistencia respiratoria y otros tratamientos de apoyo.
En México y otros países se vacuna a las mujeres embarazadas contra el tétanos para prevenir la enfermedad tanto en las madres, causada por la infección durante el parto, como en los recién nacidos, causada por la infección en el cordón umbilical. La enfermedad suele ser mortal en los recién nacidos, pero se puede prevenir mediante la vacunación durante el embarazo. Cuando la madre es vacunada, su cuerpo produce anticuerpos contra la toxina tetánica, que son transferidos al bebé a través de la placenta. De esta manera, el bebé adquiere cierto grado de inmunidad contra el tétanos neonatal.
Se recomienda que las mujeres embarazadas reciban la vacuna contra el tétanos en el tercer trimestre del embarazo. Además de la vacunación, es importante seguir las prácticas adecuadas de higiene para prevenir infecciones en la herida umbilical del bebé, como la limpieza y desinfección adecuadas de la herida.
