En entrevista con Medicable, la doctora Beatriz Espinosa Vázquez nos aclaró que, para dar tratamiento a la insuficiencia renal, previamente hay que determinar si se trata de una insuficiencia renal aguda o crónica.
Cuando es aguda, la insuficiencia renal es de curso muy rápido y puede deteriorar en poco tiempo los riñones. La especialista en medicina interna explicó que los síntomas de la insuficiencia renal aguda son nauseas intensas, vómito, cansancio, anemia, retención de líquidos y anuria, es decir, dejar de orinar.
La condición que puede provocar insuficiencia renal aguda es la pérdida del volumen intravascular, ya sea por deshidratación, diarrea o pérdida grave de sangre, entre otras.
Por otra parte, la especialista en medicina interna distinguió a la insuficiencia renal crónica. Esta se desarrolla de forma lenta, a lo largo de los meses o de los años, lo que provoca que sea difícil notar que se está perdiendo la función renal. Cuando nuestra función es menor al 10% es cuando se comienzan a notar los síntomas, como náuseas, vómitos, pérdida de peso, prurito (comezón), anemia, debilidad, cansancio y pérdida de calcio en los huesos.
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