Las enfermedades autoinmunes sistémicas son aquellas en las cuales el sistema inmunológico ataca por error a los tejidos del cuerpo; algunos ejemplos son: artritis reumatoide, lupus, diabetes tipo I, psoriasis y esclerosis múltiple. Algunas afectan a un solo tejido, mientras que otras pueden afectar a varios.
Las enfermedades autoinmunes sistémicas tienen causas y mecanismos diversos y complejos. En años recientes se han realizado diversos estudios buscando evidencias que relacionen el estrés crónico y la manifestación de estas enfermedades. Los estudios revelan que el estrés crónico podría tener un impacto significativo en el sistema inmunológico, y se ha demostrado que puede influir en la manifestación de algunas enfermedades sistémicas autoinmunes, derivado de las siguientes teorías.
- El estrés crónico puede desencadenar una respuesta inflamatoria generalizada en el cuerpo. El sistema inmunológico se activa como respuesta al estrés, lo que lleva a la liberación de sustancias inflamatorias como el cortisol. Esta liberación continua puede llevar al sistema inmunológico a comenzar a atacar los tejidos sanos del cuerpo.
- Algunos estudios aseguran que el estrés cónico puede afectar el funcionamiento del eje hipotalámico-pituitario-adrenal, que regula las respuestas al estrés, resultando en un desequilibrio en la producción de hormonas como el cortisol, y desencadenando así una respuesta inmunológica que incrementa el riesgo de desarrollar una enfermedad sistémica autoinmune.
- La presencia de inflamación causada por el cortisol puede generar cambios en la permeabilidad intestinal, al afectar la integridad de la barrera intestinal, permitiendo que sustancias contaminantes entren al torrente sanguíneo, lo que de igual manera activa el sistema autoinmune.
Todo lo anterior influye en la regulación de la respuesta inmunitaria, llevándolo a una activación excesiva o inapropiada y predisponiendo la aparición de dichas enfermedades.
Estas enfermedades son el resultado de una compleja combinación de factores genéticos, ambientales e inmunológicos. Si bien el estrés crónico no es la única causa de las enfermedades autoinmunes, puede actuar como un desencadenante o agravante en las personas genéticamente susceptibles.
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