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Espina Bífida, defecto congénito que puede ser grave


La espina bífida es un defecto congénito que se produce cuando el tubo neural del bebé, que se supone que debe dar lugar a la médula espinal y la columna vertebral, no se cierra correctamente durante las primeras etapas del embarazo. Como consecuencia, parte de la médula espinal y los nervios pueden quedar expuestos, lo que provoca diversos problemas de salud.


Las causas exactas de la espina bífida no siempre están claras, pero pueden influir tanto factores genéticos como ambientales. La deficiencia de ácido fólico en la madre, antes del embarazo y durante las primeras semanas es un factor de riesgo conocido. Por eso los médicos suelen recomendar tomar suplementos de ácido fólico durante el embarazo para reducir las probabilidades de que el bebé desarrolle espina bífida.

Existen diferentes tipos de espina bífida

- Espina bífida oculta: Es la forma más leve, no suele presentar síntomas y puede pasar desapercibida. En este tipo, la médula espinal y los nervios no suelen estar expuestos.

- Meningocele: En este tipo, un saco lleno de líquido sobresale de la espalda del bebé. Este contiene las membranas que normalmente recubren la médula espinal. Puede haber poca o ninguna lesión nerviosa.


- Mielomeningocele: Es la forma más grave de espina bífida. Una parte de la médula espinal y los nervios quedan expuestos, lo que a menudo provoca daños importantes en los nervios. Este tipo de espina bífida pueden causar dificultades para caminar, problemas de control de esfínteres y otras complicaciones.

Un buen control prenatal es esencial para detectar la espina bífida y proceder de acuerdo al caso, para minimizar las posibles complicaciones.

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