México tiene el primer lugar de embarazo adolescente; en nuestro país 1 de cada 5 embarazos es en mujeres de esta edad.
Según un informe sobre las consecuencias socioeconómicas del embarazo de adolescentes en nuestro país, del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) publicado en agosto de 2020, la brecha educativa de madres menores de 20 años es muy significativa entre las mujeres que fueron madres en edades tempranas y las que fueron madres en edad adulta.
Las cifras de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENAID) 2014, destacan que, entre los adolescentes de 15 a 19 años, 44.5% de las mujeres no utilizaron (ellas o su pareja), algún método anticonceptivo en su primera relación sexual, lo que significa el riesgo de quedar embarazada.
La adolescente aún está en la etapa de crecimiento y madurez física, y su sistema reproductivo aún no ha alcanzado el desarrollo y el crecimiento óptimos para gestar un hijo, lo que puede tener un desenlace perinatal adverso.
Los riesgos de un embarazo a temprana edad:
- Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las mujeres de 15 a 19 años.
- Los hijos de madres menores de 20 años tienen un riesgo 50% superior de mortalidad prenatal o de morir en las primeras semanas de vida.
- Los abortos son peligrosos entre chicas de 15 a 19 años, ya que existe riesgo de mortalidad materna y problemas de salud prolongados: preeclampsia y hemorragia son las principales causas de mortalidad.
- Los recién nacidos de madres adolescentes tienen más probabilidad de tener una restricción del crecimiento intrauterino, malformaciones estructurales y muerte neonatal temprana.
Aunado a esto, el embarazo adolescente tiene consecuencias, como el abandono de estudios escolares, lo que trae como secuela una escasa educación y preparación, menores aptitudes para desarrollarse profesionalmente y bajas oportunidades para encontrar un buen trabajo.
Uno de los principales retos que como sociedad y como padres tenemos es ofrecer a los adolescentes acceso a la información acerca de los métodos anticonceptivos, ya que evitar el tema o prohibirlo no les detendrá para que tengan relaciones sexuales; está comprobado que una mayor educación sexual retrasa el momento del primer encuentro de esta índole en los adolescentes.
