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El asma puede poner en riesgo la vida

El asma es una afección que se caracteriza por la inflamación crónica de los bronquios y las vías respiratorias. Suele iniciar en edades tempranas y para algunas personas, puede significar un problema considerable que interfiere en sus actividades cotidianas y que puede producir ataques de asma, e incluso poner en riesgo su vida.

El asma es un padecimiento multifactorial en el que intervienen causas genéticas, ambientales o situaciones propias del individuo; los antecedentes familiares de asma o alergias, la exposición a productos químicos, ácaros del polvo casero, mascotas, hongos, humo del tabaco, aire frío, infecciones virales, ciertos medicamentos, emociones intensas o cambios bruscos de temperatura, son algunos factores de riesgo que intervienen en la presencia de esta enfermedad.

El asma se manifiesta por diferentes síntomas, según cada caso particular, pero estos pueden comprender:

- Falta de aire.

- Sensación de opresión o dolor en el pecho.

- Sibilancias (silbidos) al exhalar, especialmente en niños.

- Tos o sibilancia que empeora con gripa o catarro.

En algunos casos los ataques de asma son frecuentes y en otros son esporádicos y se suelen presentar en casos muy particulares, por ejemplo al hacer ejercicio, al respirar vapores químicos o estar en contacto con alérgenos como el polen. Durante un ataque de asma, los bronquios se estrechan, se hacen más gruesos y se produce más moco. La inflamación persistente puede ocasionar daño y una disminución irreversible de la función pulmonar.

Existen signos de alerta que indican a quien padece asma, que debe acudir a un chequeo médico. Estos incluyen:

- Síntomas persistentes durante el día y la noche.

- Sueño interrumpido o insomnio y necesidad de recurrir a medicación más de dos veces a la semana.

- Cuando después de un inhalador con la medicación, no se siente alivio.

- Falta de aire al hacer mínima actividad física.

Las personas que padecen asma deben mantener una estrecha comunicación con su médico y evitar aquello que pueda empeorar la condición, por ejemplo:

- Exponerse a desencadenantes como sustancias químicas, polen, contaminación, etc.

- El sobrepeso y la obesidad.

- Fumar o respirar humo de cigarro.

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