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Depresión postparto


Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión postparto afecta a una de cada seis mujeres que dan a luz. En México, cerca del 20% de las mujeres que han dado a luz pueden padecerla, sin distinción de edad, nivel educativo, religión, o nivel socioeconómico.

Algunos especialistas creen que la depresión postparto es una enfermedad multifactorial, es decir, que mezcla factores psicológicos, genéticos, sociológicos y biológicos. Durante el embarazo y después del parto, las mujeres atraviesan por una serie de cambios físicos, emocionales y de origen hormonal, que pueden alterar su estado de ánimo general. Esto, sumado a sentimientos de ansiedad, confusión, tristeza, inseguridad y falta de control, fácilmente puede transformarse en depresión postparto.


Los factores de riesgo para desarrollar depresión postparto son: tener antecedentes de depresión en algún momento de la vida, haber tenido trastornos hormonales, tener o haber tenido trastornos de la conducta alimentaria, tendencia familiar a la depresión, problemas familiares o con la pareja, abortos previos, adicciones.

Los síntomas más frecuentes de la depresión postparto son:

• Sentimientos ambivalentes o indiferencia hacia el nuevo bebé

• Llanto incontrolable sin razón aparente

• Cambios repentinos de humor

• Irritabilidad, angustia, ansiedad

• Sentimientos de culpa o baja autoestima

• Aislamiento social

• Poco cuidado en el aspecto personal o la higiene

• Insomnio o dificultad para dormir

• Miedos irracionales

• Pensamientos suicidas


La depresión postparto no desaparece sola, ni “echándole ganas” o ignorando los síntomas. Es necesario acudir con un profesional de la salud mental, quien podrá hacer el diagnóstico y dar el tratamiento específico para su caso particular. Este podrá incluir terapia, medicamentos y medidas por parte de la madre y toda la familia.

La depresión postparto no es lo mismo que el llamado Baby Blues, que se caracteriza por sentimientos de tristeza, vulnerabilidad, ansiedad y estrés, pero que desaparece por sí solo y no requiere de atención médica y psicológica.

Primer miércoles de mayo, Día Mundial de la Salud Mental Materna

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