Los linfomas son un conjunto de enfermedades cancerosas que se desarrollan a partir del sistema linfático.
Se clasifican principalmente en linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin, por el tipo específico de linfocitos que participan en cada uno.
En muchas ocasiones los pacientes no presentan síntomas, y cuando los hay, estos pueden incluir:
- Inflamación indolora de un ganglio, ya sea en el cuello, la axila o la ingle
- Fatiga persistente
- Fiebre o sudores nocturnos
- Dificultad para respirar
- Pérdida de peso
Una vez que se ha detectado un ganglio inflamado, el médico podrá diagnosticar este tipo de cáncer a través de una biopsia de los ganglios, un análisis de sangre, estudios de imagen o una biopsia medular.
El tratamiento dependerá del tipo de linfoma y su estadio; estudios han demostrado que saber de qué tipo de linfoma se trata es clave para implementar un plan de tratamiento óptimo con las mejores posibilidades de curación. El tratamiento puede incluir quimioterapia, radioterapia, un trasplante de médula ósea o un tratamiento de inmunoterapia, que ataca las células cancerosas específicamente.
