El cáncer de útero se produce cuando se desarrollan células anormales en el útero y comienzan a crecer de forma descontrolada. Hay dos tipos principales de cáncer de útero; el cáncer de endometrio, que representa alrededor del 95% de los casos; y los sarcomas uterinos, que se desarrollan en el tejido muscular.
Los síntomas pueden incluir:
- Sangrado vaginal después de la menopausia
- Sangrado vaginal entre menstruaciones
- Menstruaciones muy abundantes o que se prolongan sin interrupción
- Flujo acuoso, con olor desagradable
- Pérdida de peso inexplicable
- Dificultad para orinar o cambios en el hábito intestinal
Estos síntomas pueden ser causados por diversas causas, por lo que es importante consultar al médico. Recuerda que, en los casos de cáncer, un diagnóstico oportuno tiene mejores posibilidades de curación.
Algunos factores pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de útero:
- Menopausia, especialmente si sucedió después de los 55 años
- No haber tenido hijos
- Haber tenido la primera menstruación antes de los 12 años
- Presión arterial alta o diabetes
- Sobrepeso u obesidad
- Antecedentes familiares de cáncer de ovario, de útero o de intestino
- Padecer síndrome de Cowden o el síndrome de Lynch
- Haber padecido tumores de ovario o síndrome de ovario poliquístico
- Utilizar terapia de sustitución hormonal con estrógenos
- Haber tenido tratamientos de infertilidad
- Haber recibido radioterapia en la pelvis
- Haber tomado Tamoxifeno para tratar el cáncer de mama
Debes saber que el estudio de Papanicolau no sirve para detectar cáncer de útero. Si el médico sospecha de la presencia de esta enfermedad, indicará los estudios que debes hacerte.
El tratamiento dependerá de cada caso particular, pero probablemente incluirá una cirugía y podrá ser complementada con quimioterapia, radioterapia, terapia hormonal u otras técnicas novedosas.
Si presentas los síntomas mencionados antes, o tienes los factores de riesgo, habla con tu médico
