El cáncer es una enfermedad en la cual las células del cuerpo comienzan a multiplicarse sin control. Si el cáncer se origina en el pulmón, se denomina cáncer de pulmón.
- El cáncer de pulmón representa aproximadamente el 13% de todos los casos nuevos de cáncer a nivel mundial. Es uno de los padecimientos que aumenta rápidamente en todo el mundo debido a diferentes factores internos o externos, como el tabaquismo (fumadores activos o pasivos), antecedentes personales o familiares o la inhalación continua de sustancias, como exposición al humo de leña, emisiones de diésel, algunas formas de silicio y cromo.
- El cáncer de pulmón se forma por lo general en las células que recubren las vías respiratorias, bronquios y alvéolos, y las células anormales suelen propagarse rápidamente, es decir, hacer metástasis a otras partes del cuerpo, antes de que pueda ser detectado mediante estudios, como una radiografía de tórax.
- Es posible detectarlo a tiempo, si adoptamos el hábito de checarnos al menos una vez al año. También tener un estilo de vida saludable, llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio y aprender a observar nuestro organismo puede facilitar una detección más oportuna y mejores posibilidades de curación.
- Las personas que dejan de fumar antes de los 50 años reducen a la mitad el riesgo de morir en los próximos 15 años, en comparación con aquellas que continúan haciéndolo. La mejor manera de reducir el riesgo de cáncer de pulmón es no fumar, y evitar el humo de los fumadores.
- La incidencia de cáncer de pulmón es mayor en los hombres. De acuerdo con datos de Globocan 2018, el de pulmón es el cáncer que presenta mayor índice de mortalidad en la población general, con 1.8 millones de decesos a nivel mundial. En México, este tipo de cáncer fue la segunda causa de muerte en hombres y la cuarta en mujeres en el 2018, y cada año cobra la vida de más de 8 mil personas.
Los síntomas que pueden apuntar a un posible cáncer de pulmón son:
- Tos que no desaparece o que empeora
- Dolor en el pecho que a menudo se agudiza cuando se respira profundamente, se tose o se ríe
- Ronquera o cambios en la voz
- Pérdida de peso y de apetito
- Tos con sangre o flema del color del metal oxidado
- Dificultad para respirar
- Cansancio o debilidad
- Infecciones, como bronquitis y neumonía que no desaparecen o que ocurren con frecuencia
- Silbidos en el pecho.
Si eres fumador o fuiste fumador, chécate periódicamente y adopta un estilo de vida saludable, con alimentación equilibrada y ejercicio.
