
Síndrome de Asperger.

El Síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que forma parte de los trastornos del espectro autista (TEA). Las personas con Síndrome de Asperger tienen dificultades principalmente en la comunicación social y en la comprensión de las emociones de los demás. Sin embargo, suelen tener una inteligencia dentro del promedio o superior y, frecuentemente desarrollan intereses muy profundos en temas específicos.
Este síndrome afecta la manera en que una persona se relaciona con otras y en cómo percibe el mundo. Las personas con Asperger pueden ser muy lógicas y detallistas, pero a menudo encuentran complicado entender sutiles normas sociales, como el lenguaje corporal, las expresiones faciales o las bromas.
Aunque cada caso es diferente y cada persona con Asperger es única, hay algunas características frecuentes, como:
- Dificultades sociales: Puede ser complicado iniciar o mantener conversaciones, entender sarcasmos o captar señales sociales.
- Intereses específicos e intensos: Suelen enfocar su atención y su tiempo en aprender y hablar sobre un tema que les interese.
- Patrones repetitivos: Algunas personas con Asperger tienen rutinas o hábitos que les dan seguridad.
- Hipersensibilidad sensorial: Pueden sentirse abrumados por luces brillantes, ruidos fuertes o ciertas texturas.
Muchas personas con Asperger poseen talentos extraordinarios en áreas como matemáticas, música, tecnología o arte, gracias a su atención al detalle y su capacidad de concentración.
Un especialista, como un neuropediatra, psiquiatra o psicólogo infantil puede realizar el diagnóstico de Síndrome de Asperger, y sugerir las estrategias terapéuticas adecuadas para su caso. La intervención temprana a través de terapias puede ayudar enormemente. Con el apoyo adecuado, las personas con Asperger pueden llevar vidas plenas, desarrollarse profesionalmente y tener relaciones significativas.