La Estrategia Mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para acelerar la eliminación del Cáncer del Cuello Uterino, se basa en tres pilares fundamentales: la vacunación, la detección y el tratamiento; la aplicación con éxito de los tres podría llevar a una reducción de más del 40% de los nuevos casos de la enfermedad, y evitar 5 millones de muertes relacionadas con ella para el año 2050.
El evento para el lanzamiento de esta estrategia, que tuvo lugar el pasado 17 de noviembre, constituye un hito histórico, ya que por primera vez 194 países se comprometen a eliminar un cáncer, como resultado de la adopción de una resolución de este año en la Asamblea Mundial de la Salud.
El logro de las siguientes metas para el año 2030 pondrá a todos los países en el camino hacia la eliminación:
✔ 90% de las niñas vacunadas contra el VPH antes de cumplir los 15 años.
✔ 70% de las mujeres examinadas antes de los 35 y nuevamente antes de los 45 años, mediante una prueba de alta precisión.
✔ 90% de las mujeres diagnosticadas con cáncer del cuello uterino reciben tratamiento (90% de las mujeres con lesiones precancerosas y 90% de las mujeres con cáncer invasivo).
La eliminación de un cáncer habría parecido un sueño imposible hace un tiempo, pero ahora disponemos de herramientas costo-eficaces y basadas en datos científicos que pueden hacer realidad ese sueño, dijo el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. No obstante, solo podremos eliminar el cáncer del cuello uterino como problema de salud pública, si aunamos el poder de las herramientas que tenemos con la determinación implacable de ampliar su uso a nivel mundial.
El cáncer del cuello uterino es una enfermedad que se puede prevenir. También se puede curar si se detecta a tiempo y se trata adecuadamente. A pesar de ello, es el cuarto cáncer más común entre las mujeres de todo el mundo. Si no se adoptan medidas adicionales, se prevé que la cifra anual de nuevos casos de cáncer del cuello uterino aumente de 570,000 a 700,000, entre 2018 y 2030, y que la cifra anual de muertes aumente de 311,000 a 400,000. La incidencia de este cáncer es casi del doble en los países de ingresos bajos y medianos, y sus tasas de mortalidad son tres veces superiores a las de los países de ingresos altos.
A pesar de las dificultades sanitarias, logísticas y de movilidad que ha creado la pandemia de COVID-19, la OMS insta a todos los países a que, en la medida de lo posible, velen por que la vacunación, la detección y el tratamiento puedan continuar en condiciones de seguridad, con todas las precauciones necesarias.
La lucha contra el cáncer del cuello uterino es también una lucha por los derechos de la mujer: el sufrimiento innecesario causado por esta enfermedad evitable refleja las injusticias que afectan de manera singular a la salud de la mujer en todo el mundo, dijo la Dra. Princess Nothemba Simelela.
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