En la actualidad, una de las principales preocupaciones que nos angustia, tanto a mujeres como hombres, es la tercera edad y la circunstancia en que llegaremos a esta.
Si bien el paso del tiempo no se puede detener, actualmente se sabe que el estilo de vida puede influir enormemente para fomentar y mantener la capacidad funcional, que permite el bienestar en la vejez.
Hacer ejercicio diariamente, comer adecuadamente y dormir bien, son clave para una buena calidad de vida y un buen estado de salud en la vejez.
Algunos factores para considerar, si se quiere tener una tercera edad saludable son:
- La piel es el órgano más extenso del cuerpo y tiene funciones muy importantes, como la regulación de la temperatura, protección, excreción de residuos, entre otros. Desde que nacemos, nuestra piel está expuesta, sufre invisibles daños, que más tarde serán notables; por lo cual siempre hay que tener cuidados, como protegerla con un protector solar e hidratarla.
- Realizar una actividad física diariamente es otra recomendación para mantenernos saludables y poder llegar de la mejor manera posible a la vejez; caminar es la actividad ideal para todos, ya que al acelerar la frecuencia cardiaca es indicativo de que el cuerpo comienza a consumir calorías, carbohidratos, quemar grasas, activar los músculos, a oxigenar todo el cuerpo, incluyendo al cerebro; y es así como la actividad física nos va a revitalizar, manteniéndonos con energía, felices y sintiéndonos realmente vigorosos.
- La alimentación debe ser balanceada, con porciones adecuadas de vegetales, proteínas, pocos hidratos de carbono y grasas.
- Dormir bien, de ser posible 7 u 8 horas diarias es esencial, ya que durante el sueño el cuerpo se repara, aumenta el suministro de sangre a los músculos, la energía se restablece y se liberan hormonas necesarias para mantener la buena salud.
Si llevamos a cabo estas recomendaciones, y si las llevamos a cabo desde una edad temprana de manera preventiva y constante, cuando lleguemos inevitablemente a la etapa de madurez y vejez se verán reflejados indudablemente en nuestra piel, nuestro cuerpo, nuestros huesos y en nuestra calidad de vida en general.
