Durante los chequeos médicos periódicos, a partir del nacimiento se evaluarán diversos parámetros para vigilar el desarrollo y la salud del niño, además de aplicar las vacunas correspondientes a su edad. Si un niño aumenta rápidamente de peso sin aumentar de talla, o si siempre tiene hambre y pide porciones de comida más grandes, probablemente vale la pena mencionarlo al especialista, quien calculará su índice de masa corporal (IMC), y podrá, en caso de ser necesario, revisar su historial médico y proponer algunos ajustes en cuanto a la alimentación y estilo de vida.
El IMC es una fórmula que utiliza el peso y la estatura para calcular la grasa corporal, tomando también en cuenta la edad y el sexo. En la mayoría de las personas, incluso en los niños, el IMC ofrece un cálculo razonable de la grasa corporal. Un IMC entre el 85% y 94% se considera sobrepeso y un IMC por encima del 95% se considera obesidad.
Las causas principales de la obesidad y el sobrepeso en niños son el consumo de alimentos procesados y comidas chatarra con altos niveles de azúcar, grasas trans y sal, así como de bebidas azucaradas. La cantidad de actividad física que realizan los niños, niñas y adolescentes también ha disminuido, y es un factor que amplifica el problema.
En estos casos, el médico evaluará los hábitos alimentarios y el nivel de actividad del niño, por lo que es muy importante que los padres hablen honestamente acerca de lo que el niño come, el tamaño de sus porciones y la actividad física que diariamente realiza. En muchas ocasiones, los hábitos alimenticios de la familia no son saludables, por lo que es necesario hacer cambios en este sentido.
Un niño obeso tiene muchas posibilidades de ser un adulto obeso; esta relación se vuelve más fuerte mientras más temprana sea la edad en que aparezca la obesidad, y mientras mayor sea el grado de esta. La obesidad está fuertemente relacionada con las enfermedades crónico-degenerativas, como diabetes, hipertensión, cáncer, enfermedades del corazón y otras.
Ahora, es muy importante tomar en cuenta que no todos los niños que tienen algunos kilos de más padecen sobrepeso. Algunos tienen una estructura corporal más grande que el promedio y otros están pasando por una etapa de desarrollo con mayor cantidad de grasa corporal.
Solo el médico debe ofrecer un tratamiento para la obesidad en un niño. En algunos casos podrá recomendar una consulta con otro especialista, quien está capacitado para recomendar una dieta específica, sin comprometer su crecimiento y desarrollo, especialmente si el niño padece enfermedades o problemas de salud, además del sobrepeso. Nunca debe ponerse a dieta a un niño sin el apoyo y seguimiento de un pediatra o un especialista en nutrición.
El tratamiento suele consistir en mantener el peso o disminuir la ganancia de peso, mientras el niño aumenta su talla, disminuyendo su IMC.
Es recomendable que los cambios de hábitos y alimentación que sugiera el especialista se implementen a nivel familiar, e incluyan una mayor actividad física y cuidado en la calidad y cantidad de los alimentos.
