Es bien sabido que la nutrición desempeña un papel fundamental en la salud. Sin embargo, no todos sabemos que algunos estudios también demuestran que la nutrición afecta directamente a nuestro bienestar mental y emocional.
El vínculo entre la dieta y las emociones proviene de la estrecha relación entre el cerebro y el tracto gastrointestinal; el tracto gastrointestinal alberga miles de millones de bacterias (microbiota) que influyen en la producción de sustancias químicas (neurotransmisores), como la dopamina y la serotonina, que controlan funciones esenciales de nuestro cerebro.
Comer alimentos nutricionalmente ricos favorece el crecimiento de las bacterias del microbiota, lo que influye positivamente en la producción de estos neurotransmisores, lo que desemboca en un estado mental óptimo.
Algunas sugerencias son:
- Elige y consume alimentos frescos; se ha demostrado que los conservadores, colorantes y otros aditivos pueden empeorar la hiperactividad y la depresión.
- Incluye en tu dieta suficiente fibra; los alimentos de origen vegetal están llenos de fibra, lo que favorece al microbiota, además de ayudar al organismo a absorber la glucosa más lentamente, lo que evita las subidas y bajadas abruptas de azúcar.
- Incluye antioxidantes en tu dieta (arándanos, verduras de hoja verde, chocolate negro, salmón), ya que actúan como antiinflamatorios.
- Checa tu ingesta de folato, un tipo de vitamina B que contribuye a la producción de dopamina, sin forzar su aumento como hacen los azúcares. Se encuentra en las verduras de hoja verde, las lentejas y el melón.
- Toma un poco de sol para adquirir vitamina D, que contribuye a la producción de serotonina. También se puede encontrar en alimentos como la yema de huevo, los hongos, las sardinas y el salmón.
- Incluye magnesio en tu dieta, ya que es necesario para la función nerviosa y muscular, y su deficiencia puede dañar las bacterias del intestino y provocar síntomas de depresión y ansiedad.
Si tienes síntomas de depresión o ansiedad, consulta a tu médico.
