El desayuno es indispensable para tener un buen desempeño en las labores diarias. Un gran número de personas, especialmente adolescentes, no desayuna, o creen desayunar cuando toman un café o comen alguna galleta a media mañana. Diversos estudios han demostrado que el no desayunar puede afectar negativamente el desempeño físico y mental de niños y adultos.
Romper el ayuno de 10 o más horas es especialmente importante, porque nos proporciona la energía necesaria para enfrentar las actividades diarias. Aunque todas las comidas aportan nutrientes esenciales, el desayuno es considerado como el más importante, ya que después de un ayuno de toda la noche, los niveles de azúcar en la sangre disminuyen significativamente; por eso deben restaurarse inmediatamente en la mañana, para producir la energía necesaria para enfrentar el día.
Muchas personas creen que si no desayunan pueden evitar subir de peso, sin darse cuenta que esto provoca que a media mañana tengan tanta hambre que buscarán algún refrigerio, probablemente poco saludable y con altos contenidos de azúcar y/o grasa.
Algunas consecuencias de saltarse el desayuno son decaimiento, falta de concentración y mal humor, debido a la baja en los niveles de glucosa, que es nuestro principal combustible energético. Otros estudios comprueban que el desayuno puede tener importantes efectos en el desarrollo cognitivo a lo largo de la vida.
Idealmente el desayuno debe cubrir entre el 20 y el 25% de las calorías ingeridas a lo largo del día. Debe de tener alimentos de los tres grupos principales del plato del bien comer.
- Cereales: que proporcionarán los carbohidratos que aportan energía, vitaminas y minerales, los cereales integrales además proporcionan fibra.
- Frutas y verduras: aportarán también carbohidratos, agua, vitaminas y minerales.
- Productos de origen animal y/o leguminosas: como lácteos, huevo, jamón o frijoles, que proporcionan las proteínas y las grasas necesarias.
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