Practicar un deporte o actividad física para muchas personas resulta pesado y aburrido. Para ellos, la alternativa más divertida puede ser practicar algún deporte en equipo. Esta manera de mantenerse en forma y saludable, además permite al deportista compartir experiencias con compañeros y amigos.
Desde los niños hasta las personas mayores pueden disfrutar del ejercicio de forma colectiva. En el caso de los adolescentes, los deportes en equipo favorecen los hábitos saludables y el espíritu de competencia y cooperación, además de, en cierta medida, poner un freno a prácticas como el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas. El ejercicio beneficia tanto a la salud física, como mentalmente a quien lo practique.
Además, hacer deportes de equipo contribuye a potenciar las capacidades cognitivas, mejora la función cardiaca y aumenta los niveles de endorfinas, así como la conexión entre neuronas, lo cual repercute positivamente en un mejor desempeño mental.
Por si todo esto fuera poco…
- Favorece la habilidad para trabajar en equipo, buscando un objetivo común.
- Ayuda a confiar en los compañeros.
- Enseña a practicar el juego limpio y a actuar con espíritu deportivo.
- Fomenta la sana rivalidad y el compañerismo.
- Otorga aprendizaje de la experiencia de la victoria y también de la derrota.
- Enseña valores como la tolerancia, el esfuerzo, el respeto y la diversidad.
- Ayuda a socializar y considerar las necesidades de los demás.
- Mejora la autoestima, ayudando a vencer la propias limitaciones y miedos.
- Mejora la salud, ayudando a prevenir enfermedades como la obesidad, la osteoporosis o los trastornos cardiacos, entre muchas otras.
