Las vitaminas son sustancias indispensables para que el organismo funcione de manera óptima, porque actúan como catalizadores de los procesos químicos y funcionan como antioxidantes, mejorando la actividad celular. Cada una tiene una función específica, y salvo la vitamina D, que se sintetiza tomando el sol, provienen de los alimentos. Una dieta balanceada, que incluya frutas, verduras, proteínas de origen animal, cereales y leguminosas debe ser suficiente para el aporte adecuado de todos los nutrientes que necesita el cuerpo, incluyendo las vitaminas.
La leche materna de una mujer con una dieta balanceada contiene todas las vitaminas que necesita un bebé durante sus primeros seis meses. La excepción es la vitamina D, que no proviene de los alimentos, sino que se sintetiza tomando el sol, por lo que algunos pediatras suplementan al recién nacido con esta vitamina y otros sugieren exponerlo a la luz solar indirecta diariamente durante 10 minutos. Caso especial, el de la madre que es vegetariana, ya que se hace necesario que el bebé reciba un suplemento de vitamina B12, sustancial para la formación de la sangre. Consulta al pediatra si tu dieta tiene restricciones importantes.
Cuando se comienza a introducir alimentos sólidos en la dieta del bebé, después de cumplidos los seis meses, la leche continúa siendo su principal fuente de nutrientes. Pero paulatinamente disminuirá la cantidad que consuma, por lo que es importante introducir una dieta balanceada y vigilar que su alimentación sea lo más completa y saludable posible.
Alrededor del año, la cantidad de leche que consume empieza a disminuir, por lo que es fundamental que desde ese momento siga recibiendo una adecuada cantidad de vitaminas en su dieta. A esta edad probablemente el pediatra recete a tu bebé un complemento vitamínico.
La carencia de vitaminas puede producir enfermedades, como el escorbuto o el raquitismo, y aunque son raras, no está de más tenerlo en consideración. Sin embargo, debes saber que, así como la falta de vitaminas causa problemas de salud, también el exceso de ellas puede ser perjudicial, por lo que nunca debes dar un completo vitamínico a un niño sin que lo recete el médico pediatra.