La noticia de que se padece diabetes mellitus suele causar un gran impacto en el núcleo familiar. Sin embargo, la detección de esta enfermedad ofrece una gran oportunidad para que el paciente y su familia hagan cambios en el estilo de vida, mejorando los hábitos alimenticios y las rutinas de ejercicio.
La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad crónica que surge cuando el páncreas no tiene la capacidad de producir suficiente insulina (hormona que regula la glucosa en la sangre), o cuando el organismo no utiliza con eficiencia la insulina que produce. A pesar de los avances y la disponibilidad de mejores medicamentos para su control, todavía no existe una cura.
Por esto es de vital importancia el apoyo familiar en el aspecto físico, emocional, económico, apego al tratamiento, así como una alimentación sana. Algunos buenos hábitos en la dieta familiar que pueden mejorar la condición del diabético y la salud de toda la familia son:
- Evitar los alimentos altos en azúcares o grasas, refrescos y bebidas alcohólicas.
- Seguir las recomendaciones hechas por el médico tratante.
- Incluir frutas completas en la dieta, que por su contenido en fibra regula el tránsito intestinal.
- Aumentar el consumo de pescados ricos en omega 3.
- Disminuir el consumo de sal para reducir la presión arterial.
- Consumir vegetales de hoja verde, ricos en vitaminas, minerales y con grandes cantidades de fibra.
- Consumir productos lácteos bajos en grasa, que fortalecerán los huesos.
Otro factor fundamental es apegarse al tratamiento farmacológico recomendado por el médico tratante, ya que al mantener los niveles de azúcar adecuados es posible retrasar o minimizar la aparición de complicaciones graves como: daño al riñón, amputación de miembros (piernas, pies o dedos de los pies), ceguera, lesiones arteriales, accidentes cerebrovasculares, infarto agudo al miocardio, entre otras.
Mejorar las prácticas alimenticias, hacer ejercicio, auto monitorear la glucosa cuando menos dos veces al día y apegarse al tratamiento farmacológico, son piezas importantes para llevar un favorable control de la diabetes y así poder tener una mejor calidad de vida.
Finalmente, que un familiar acompañe al paciente a sus citas con el médico, para que esté informado sobre qué debe hacer en caso de que se presente alguna situación especial, además de dar apoyo emocional, tan necesario durante los problemas de salud.
