El biberón, al igual que el pecho materno, no es solamente un medio para alimentarse; también es una fuente de seguridad y confort, además de que calma al bebé. Sin embargo, debes saber que es importante que antes del año y medio el bebé comience a beber en vasito y deje definitivamente el biberón; algunas de las razones para dejar el biberón son:
- Es uno de sus primeros logros que tú puedes celebrar o premiar, porque ya se está haciendo grande. El sentimiento de logro y de orgullo lo puede ayudar y estimular para otros momentos de su vida.
- El uso del biberón después de cierto tiempo puede fomentar la aparición temprana de caries. Esto sucede con mayor frecuencia si el bebé se acostumbra a dormirse con el biberón, o lo usa como chupón durante el día o la noche, y es que tanto la leche materna como la fórmula láctea y los jugos contienen azúcar, que favorece la aparición de caries.
- Algunos especialistas reportan que, en ciertos casos, si un bebé continúa con el hábito después del año y medio puede dejar de recibir la nutrición que necesita, ya que al satisfacerse con leche u otras bebidas pierde el apetito y la disposición de comer otros alimentos sólidos, que son muy importantes a partir de los nueve meses de edad.
- Es bastante complicado conseguir hablar teniendo la tetina del biberón en la boca, por lo que el desarrollo del habla puede frenarse, o ir más lento de lo habitual.
Para ayudar al bebé a dejar el biberón y comenzar a beber en un vasito entrenador, los padres pueden tomar medidas como:
- Antes de que cumpla el año, comenzar a ofrecerle agua en vaso de vez en cuando, para que se vaya familiarizando con el concepto y se acostumbre a saciar la sed con bebidas no azucaradas.
- Celebrar los logros en este sentido, refiriéndose a él como un niño mayor que ya no necesita beber en biberón.
- Posteriormente, ofrecer la leche diaria en un vasito entrenador y dar solamente agua en el biberón.
- Establecer un ritual para ir a dormir que no incluya el biberón. Puede ser el baño, la merienda, un cuento o canción, caricias o arrullos. Poco a poco se irá acostumbrando a dormir sin un biberón.
Dejar el biberón resulta complicado para muchos bebés, ya que además de su leche, le otorga confort, le calma y le consuela. Pero con paciencia se puede hacer una transición suave al vasito entrenador y al vaso, evitando regaños si por accidente tira el contenido de la tacita o si llora porque extraña el biberón.
