El crup es una afección de las vías respiratorias superiores que con frecuencia afecta a bebés y niños pequeños. La palabra crup proviene de un verbo en un dialecto escocés, to croup, que significa gritar roncamente. Los síntomas incluyen una tos perruna o como de foca y respiración ruidosa o dificultosa.
Se suele desencadenar a raíz de una infección de las vías respiratorias, que por lo general es de origen viral; esta causa una inflamación de la garganta, alrededor de las cuerdas vocales y de la tráquea.
El crup se suele diagnosticar por medio de un examen clínico, en el cual el médico escuchará la respiración a través de un estetoscopio, buscando sibilancias y otros datos. También mirará la garganta buscando enrojecimiento en las vías respiratorias superiores y en la epiglotis. También podría solicitar radiografías de las vías respiratorias y del pecho, para descartar otras condiciones.
El tratamiento suele ser casero; se sabe que, si el niño respira durante 10 minutos el vapor de la regadera caliente, mejoran los síntomas. Aunque puede ser muy alarmante, mantenerse en calma y ayudar al niño a que se serene suele funcionar, ya que la agitación y el llanto pueden empeorar los episodios.
En caso de que esto no funcione, o si los síntomas se prolongan más allá de una semana, es necesario consultar al médico, quien podrá descartar otras afecciones u ofrecer un tratamiento con medicamentos.
