El Alzheimer es un tipo de demencia que causa problemas de memoria, pensamiento y comportamiento. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas. El Alzheimer es la forma más común de demencia, ya que es responsable de entre el 60 y el 80% de los casos.
En el Alzheimer suceden cambios en el cerebro que comienzan mucho antes de que aparezcan los primeros síntomas de pérdida de memoria. El cerebro tiene alrededor de 100 mil millones de neuronas, que se conectan entre sí para formar redes de comunicación. Estas conexiones logran tareas como el pensamiento, los recuerdos y el aprendizaje, pero también controlan funciones como ver, escuchar y oler. Las causas exactas de la enfermedad de Alzheimer no han sido descubiertas completamente, pero se sabe que las proteínas del cerebro no funcionan adecuadamente, las neuronas se dañan y estas conexiones se rompen. Finalmente, las neuronas mueren y el cerebro se atrofia.
Al ser progresiva, en la enfermedad de Alzheimer los síntomas empeoran al paso de los años. En sus primeras etapas, la pérdida de memoria puede ser leve y paciente, y los familiares podrían no darle importancia. En las etapas avanzadas, la persona pierde la capacidad de mantener una conversación y ser independiente.
En la actualidad, el Alzheimer no tiene cura, pero existen tratamientos que desaceleran, durante un tiempo, el avance de la enfermedad y mejoran la calidad de vida del paciente y su familia. Sin embargo, se están haciendo estudios científicos que apuntan a mejoras en el tratamiento para retrasar su inicio y evitar su desarrollo.
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