Estornudos, hinchazón en la boca, picazón y erupciones en la piel, problemas para respirar son los síntomas frecuentes de que una persona está padeciendo de alergia, una afección común a nivel mundial, que se presenta como una reacción a una sustancia o alimento usualmente inofensivos para la mayoría de las personas. Aunque las alergias no tienen cura, no someterse a tratamiento médico puede favorecer el desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas.
Cuando una persona tiene alergias, su sistema inmunológico produce anticuerpos que identifican a un alérgeno (sustancia que causa alergia, como el polen, el veneno de abeja, la caspa de mascotas o algún alimento) como dañino, incluso si no lo es. La gravedad de las alergias varía según la persona, y los síntomas dependen de la sustancia involucrada y pueden afectar las vías respiratorias, los senos paranasales y nasales, la piel y el sistema digestivo. Las reacciones alérgicas pueden ir de leves a graves. En algunos casos graves, las alergias pueden desencadenar una reacción que puede poner en riesgo la vida, la cual se conoce como anafilaxia, y puede provocar en la persona grave dificultad para respirar, pérdida de conciencia, caída de la presión arterial, erupción cutánea, sensación de vértigo, pulso rápido y débil, náuseas y vómitos, entre otros indicios.
Cualquier individuo puede padecer una alergia, pero el mayor riesgo lo tienen aquellas personas que cuentan con antecedentes familiares, los niños o quienes tienen además asma. Igualmente, tener un tipo de afección alérgica aumenta el riesgo de ser alérgico a otra cosa.
Los causantes de la alergia más comunes son:
1. Alérgenos aéreos, como el polen, la caspa de mascotas, los ácaros de polvo y el moho.
2. Ciertos alimentos, en especial el cacahuate, la fresa, el trigo, la soya, pescado y mariscos, huevos y leche.
3. Picaduras/veneno de insectos, como abejas o avispas.
4. Medicamentos, en especial la penicilina o antibióticos basados en la penicilina.
5. Látex u otras sustancias que toques, que pueden causar reacciones alérgicas en la piel.
Para prevenir una reacción alérgica, las personas que las padecen pueden tomar las siguientes medidas.
1. Evitar los detonantes conocidos, por ejemplo, en caso de alergia al polen, no estar al aire libre durante los periodos de alto nivel de polen.
2. Ante alergia a los ácaros del polvo o a la caspa de las mascotas, lavar frecuentemente las sábanas y los peluches en agua caliente, usar una aspiradora y evitar las alfombras.
3. Identificar qué causa o empeora los síntomas alérgicos, poner atención cuando ocurren los síntomas y qué parece ayudar.
4. Siempre tener a la mano el antihistamínico o medicamento que el médico señale, para atender inmediatamente una reacción alérgica.
En todos los casos, siempre es recomendable acudir al médico para que se realice un diagnóstico apropiado de la alergia, y se indique al paciente un tratamiento. En casos claros, con antecedentes hereditarios o reacciones alérgicas graves, consulte directamente a un experto.
