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Alcohol la droga más consumida en el mundo


El alcohol es un líquido incoloro, de olor característico, soluble tanto en agua como en grasas; se caracteriza por ser una sustancia psicoactiva (afecta las emociones, la conducta y el pensamiento), depresora del sistema nervioso central y con capacidad de causar dependencia. El alcohol ES UNA DROGA, a pesar de lo difícil que resulta asumirlo por lo integrado que está en nuestra cultura, pero lo cierto es que se trata de la droga más consumida en nuestro país, y la que produce más problemas de toda índole.

El alcohol es el nombre común del alcohol etílico o etanol. El alcohol etílico es el componente psicoactivo fundamental de las bebidas alcohólicas. La cantidad de alcohol etílico presente en una bebida alcohólica se marca con grados. Los grados representan el porcentaje de este compuesto que está presente en un líquido. De este modo, si un vino tiene 12° quiere decir que contiene un 12% de esta sustancia y el resto es agua, colorante o algún otro líquido agregado.


Al consumir una bebida alcohólica (etanol) este se distribuye en tejidos con elevado riego sanguíneo, como el cerebro. Después de ingerido alcanza sus niveles máximos en el cuerpo en 30 minutos. En nuestro cerebro actúa en la liberación de diversos químicos cerebrales llamados neurotransmisores (dopamina, serotonina, GABA, glutamato) los cuales se encargan de los efectos euforizantes y depresores del alcohol o, en otras palabras, de los síntomas de la “borrachera”.

Cuando tomamos una bebida, el etanol es rápidamente absorbido por la mucosa del estómago en un 30% y después por el intestino delgado (70% restante). Una vez que se absorbe pasa al hígado, en donde se metaboliza, es decir, se transforma para su eliminación y finalmente es eliminado, principalmente por los riñones en la orina, las heces y en menor medida los pulmones.


Cuando nos emborrachamos es porque consumimos más cantidad de etanol de lo que nuestro hígado puede metabolizar en un cierto tiempo, por lo que el etanol que no ha sido transformado llega directamente a nuestro cerebro, en donde tiene los efectos intoxicantes.

El consumo moderado y grave del alcohol puede tener consecuencias fatales para los consumidores. La consecuencia más conocida por el consumo excesivo y crónico del alcohol es la cirrosis hepática, en donde el hígado de la persona se vuelve fibroso por la muerte de las células hepáticas, y por lo mismo deja de realizar sus funciones, llegándose a requerir, finalmente, de un trasplante hepático para poder sobrevivir, ya que el ser humano no puede mantenerse en vida sin la función de nuestro hígado. El consumo excesivo también puede causar daños al sistema digestivo, al sistema nervioso y al sistema cardiovascular.

Si crees tener un problema con tu manera de beber alcohol, busca ayuda.

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