El ADN y los genes desempeñan un papel central en el funcionamiento de nuestro cuerpo y en lo que hace que cada uno de nosotros sea único.
El ADN, o ácido desoxirribonucleico, es como un libro de recetas que contiene todas las instrucciones para construir y mantener nuestro cuerpo. Está formado por pequeñas partes llamadas nucleótidos y tiene el aspecto de una escalera retorcida, llamada doble hélice. El ADN se encuentra en casi todas las células de nuestro cuerpo y contiene la información que nos hace ser quienes somos.
Los genes son como las recetas individuales del libro del ADN. Son pequeñas secciones de ADN que contienen instrucciones específicas para fabricar proteínas, esenciales para la estructura y el funcionamiento de nuestro cuerpo. Cada gen contiene información sobre un rasgo concreto, como el color de los ojos, la estatura o si podemos hacer un taquito con la lengua.
Los genes controlan muchos aspectos de nuestra biología, desde nuestras características físicas hasta el funcionamiento de nuestro organismo.
Influyen en todo, desde el color del pelo y de la piel hasta la forma en que nuestro sistema inmunológico combate las infecciones. Algunos genes pueden incluso afectar a nuestras probabilidades de contraer ciertas enfermedades.
Los genes se heredan de nuestros padres, y por eso los miembros de una familia suelen compartir rasgos similares, y también estar en mayor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades.
Comprender el ADN y los genes puede ayudar a científicos y médicos a conocer los trastornos genéticos, desarrollar nuevos medicamentos e incluso crear organismos modificados genéticamente para mejorar nuestras vidas.
El 25 de abril de 1953, los científicos Francis Crick, de Gran Bretaña, y James Watson, de Estados Unidos, publicaron la famosa estructura de la doble hélice del ADN, en un artículo de la revista científica Nature.
25 de abril, Día Internacional del ADN
