Siendo conscientes de que el consumo de sustancias se inicia a una edad más temprana, y que el mercado de drogas ofrece hoy en día una gran variedad de ellas a precios bajos, es necesario tener presente la importancia que tiene para nosotros, como padres, prevenir a nuestros hijos contra las adicciones.
Tristeza, miedo, coraje, ira, impotencia, desesperación, son algunos de los sentimientos que surgen al ver a una persona con problemas de adicción, destruyendo su vida y la de su alrededor; personas afectadas por las drogas, con una actitud apática ante la vida, sin un motivo por el qué cambiar, sin interés por vivir.
Las condiciones del mundo contemporáneo nos empujan a una frustración existencial más fuerte, lo cual hace que las drogas sean un acompañante para muchas personas que no encuentran el sentido de su vida. Hagamos de nosotros mismos y de nuestros hijos personas plenas, fuertes, libres y responsables. Que tengan una dirección en su vida, que vivan sus valores, que tengan un motivo por el cual vivir.
Prevenir a nuestros hijos contra las adicciones no es vivir su vida por ellos, aislándolos del mundo, sino enseñarles a que se prevengan, educándolos en la libertad y responsabilidad.
Para prevenir a nuestros hijos contra las adicciones no es recomendable inculcarles miedos y culpas, dar sermones o amenazarles, hablar de estadísticas o testimonios específicos. Lo que suelen recomendar los especialistas es:
• Acompañarlos a descubrir sus propios motivos para no consumirlas, a través de un proceso de diálogo; ir elaborando preguntas para que ellos, con base en sus contestaciones, lleguen a un descubrimiento.
• Apoyarlos para que puedan descubrir desde su conciencia la expresión de su libertad, a través de sus decisiones.
• Ayudarlos a responsabilizarse de sus acciones, descubriendo así sus valores. Ellos aprenden a responder frente a situaciones de riesgo con base en sus motivos y valores, desde su libertad.
• Escucharlos y dialogar con mente abierta acerca de la búsqueda del sentido de sus vidas.
Una persona que tiene presente el significado de su existencia y se visualiza en una dirección, difícilmente acudirá a las drogas. Al enseñarles a nuestros hijos a amarse y a amar a la vida, a pesar de todo, los estamos previniendo contra las adicciones.