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El Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI) presentó el estudio:
“Estado Emocional y Cognitivo de los Niños Después de 15 Meses de Pandemia: Estrategias de Intervención Psicológica en el Regreso a Clases Presenciales”, en el cual fueron evaluados cerca de 600 menores en edad preescolar, primaria y secundaria de la zona metropolitana de la Ciudad de México. La evaluación se hizo extensiva a algunos de sus padres.
“En términos generales, los niños presentan índices muy altos de sedentarismo, y un muy bajo aprovechamiento escolar. La interacción social con sus pares fue muy limitada y en casi todos los casos tuvieron un reacomodo en el área familiar, que atañe a una mayor interacción con sus padres, pero igualmente un relajamiento claro en la disciplina, pérdida de hábitos y una notable tendencia al uso de la tecnología”, explicó la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora del CEEPI.
Las especialistas del organismo presentaron los resultados del estudio en una rueda de prensa virtual, ante medios de comunicación nacionales y extranjeros. Los resultados son los siguientes:
Área de Desarrollo Físico:
- Los niños presentaron un muy alto grado de sedentarismo.
- Falta de actividad física; suspendieron todas las actividades extraescolares al respecto (fuera de casa).
- Tienen exceso de peso en la mayoría de los casos.
- Presentaron alteraciones del sueño y de alimentación.
Área de Desarrollo Académico:
- Aprendizaje pobre; asimilaron en general pocos contenidos del programa académico que les corresponde.
- Las clases en línea les resultaron aburridas: dijeron estar “hartos y cansados”.
- Sus periodos de atención han disminuido.
- Sus hábitos de estudio cambiaron o desaparecieron.
- Las dinámicas entre padres e hijos se complicaron, porque los padres exigían un buen desempeño. Incluso algunos de ellos terminaron haciendo las tareas escolares por los niños, con el fin de que tuvieran una buena calificación.
- El aprovechamiento escolar se redujo, y paradójicamente las calificaciones tuvieron un incremento substancial.
Área de Desarrollo Social:
- La interacción social de los niños disminuyó considerablemente. Se han relacionado con dos o hasta cuatro niños en forma presencial, haciendo burbujas con estos menores.
- Las relaciones sociales se presentan por medio de dispositivos electrónicos.
- Los niños están irritables por la falta de interacción social con sus pares.
- Quienes ya tenían dificultades sociales e interpersonales dejaron de necesitar a los amigos, en otras palabras, se tornaron más introvertidos y antisociales.
Área de Desarrollo Familiar:
- Las dinámicas familiares cambiaron radicalmente.
- Lograron acercar a los padres que estaban mucho tiempo fuera de casa. Buscaron actividades lúdicas y recreativas para realizar en conjunto.
- Se repartieron las tareas en casa; surgió el reacomodo de roles.
- Muchos padres permitieron el uso de la tecnología, porque no tenían tiempo de cuidar a los hijos.
- Al inicio de la pandemia tuvieron que realizar un acomodo ante los recursos económicos.
- Hoy en día, los padres se han incorporado a sus actividades laborales y esto ha complicado la convivencia y el cuidado de los niños; en muchos casos, los menores están más solos.
- En las familias que ya vivían escenarios de violencia familiar, esta se recrudeció.
Área de Desarrollo Tecnológico:
- Casi todos los niños tienen un dispositivo electrónico propio. Sus padres hicieron un esfuerzo para adquirirlo, incluso sabiendo que se iban a endeudar.
- Los niños se volvieron muy capaces para resolver los problemas que tienen al interactuar con un dispositivo tecnológico.
- Casi todos los niños tienen contacto con las redes sociales, por ejemplo, canal de YouTube, Facebook o videojuegos interactivos, tipo Roblox, Fortnite, Among Us o Minecraft.
- Comenzaron a utilizar la tecnología para fines académicos, y terminaron usándola más para actividades lúdicas y de ocio.
¿Cómo están los padres de familia?
La Mtra. Susana Salazar Gómora explicó que los padres de estos niños presentan claros efectos psicológicos del aislamiento: “Padecen cierto grado de depresión, cuadros de ansiedad y angustia, principalmente producto de la crisis económica que viven muchas de estas familias.
Siguen teniendo temor al contagio, y se sienten responsables de que sus hijos no se enfermen; por eso muchos de ellos no acudirán a clases presenciales”, dijo.
El organismo también detectó que, aunque se reacomodaron los roles y actividades en la familia, continúa la mayor responsabilidad en las madres. Asimismo, el confinamiento y aislamiento aceleró muchos conflictos que ya venían gestándose: “los cuadros de violencia familiar se recrudecieron durante el hacinamiento, provocando fuertes daños emocionales en los niños”, comentó.
Las conclusiones desprendidas del estudio son las siguientes:
- Los niños se han vuelto dependientes, no consolidaron su autonomía de acuerdo con su edad.
- Los dispositivos electrónicos se tornaron como cuidadores y acompañantes de los niños; esto debe regularse de forma urgente, porque utilizan la tecnología para satisfacer sus necesidades: se volvió un fin y no un medio.
- Los niños están sobre informados e hiper estimulados. Es necesario retirarlos de la televisión bajo demanda, los videojuegos o las redes sociales, y reemprender sus actividades escolares y extraescolares, como lo venían haciendo antes de la pandemia.
- Los niños se tornaron introvertidos, más demandantes, dependientes y con poca tolerancia a la frustración.
- Se ha acentuado el fenómeno de la generación de cristal.
- Hay muchos menores con trastornos de alimentación, de sueño y problemas de disciplina y falta de hábitos.
- Extrañan y necesitan las reglas; es decir, la estructura que brinda la escuela.
- Les urge tener actividad física; jugar con otros niños.
En cuanto a las estrategias de intervención, Sotelo Arias precisó que es indispensable replantearse las metas en la vida, no exponer a los niños a tanta información, pero a la vez informar en todo momento a los niños sobre las medidas de cuidado. “Debe haber empatía y responsabilidad, porque estos valores inician con mamá y papá y, sobre todo, deben volver a confiar en la escuela y los maestros de los niños”, dijo.
ACERCA DE CEEPI
Somos un grupo de especialistas en el área de la psicología infantil que tenemos como principio el cuidado de la salud mental de los niños y de los adolescentes. Creemos en la felicidad infantil, y con base en ello, estamos convencidos de que podemos retomar la esencia de la infancia: Ser niño debe ser un sinónimo de felicidad, juego, ilusión, curiosidad e inocencia.