Dr. Miguel Ángel Guagnelli
Síguelo en sus redes
Los humanos llevamos milenios tomando leche de vaca y otros mamíferos. Desde hace más de 10 mil años comemos queso. Los lácteos han acompañado a la civilización, y hoy siguen siendo un gran aliado para tu salud y la de tus hijos. Estos son 5 datos por los cuales los lácteos siguen siendo relevantes en la alimentación de los niños:
1. Los lácteos son indudablemente una gran fuente de calcio, el material necesario para formar los huesos. El Instituto de Medicina de Estados Unidos ha establecido recomendaciones de ingestión de calcio durante el crecimiento:
• 1 a 3 años 700 mg
• 4 a 8 años 1,000 mg
• 9 a 18 años 1,300 mg
Estas metas pueden alcanzarse de forma razonablemente sencilla por medio de los lácteos, por ejemplo:
• Leche entera 250 ml 300 mg
• Yogurt 150 g 250 mg
• Queso tipo petit suisse 90 g 216 mg
Por lo que, si alguna vez escuchaste que después de los dos años los niños no necesitan tomar leche, considera que sin ella podrían no estar consumiendo todo el calcio que necesitan.
2. El calcio de la leche es mejor aprovechado por el cuerpo. No solo tiene una mayor biodisponibilidad (esto es, el cuerpo lo absorbe con mayor facilidad) sino que una gran cantidad de productos lácteos están fortificados con Vitamina D, la cual mejora la absorción de calcio. Una combinación ganadora.
3. El calcio y la vitamina D no solo son importantes para tener huesos fuertes, sino también para prevenir los dolores de crecimiento. Estudios realizados en años recientes han mostrado que los dolores relacionados con el crecimiento disminuyen significativamente cuando se mejora el consumo de calcio y vitamina D.
4. Al revisar la literatura científica reciente se ha encontrado que la leche y los lácteos, por sí mismos, son capaces de promover un mejor crecimiento lineal (aumento de estatura) tanto en niños con problemas de alimentación o desnutrición como en niños sanos. Esto es un efecto relacionado con la calidad y cantidad de proteínas contenidas en la leche, que parecen potenciar el crecimiento.
5. En 2018, un estudio realizado en 136,000 personas de entre 35 y 70 años, en 21 países, encontró una presencia menor de eventos cardiovasculares en quienes consumen al menos una porción diaria de leche entera (10% menos riesgo) o un yogurt entero (16% menos riesgo). Si bien el consumo de leche probablemente tenga este efecto en asociación con otro tipo de hábitos saludables, si estos se adquieren desde la infancia podría tener aún más efectos benéficos.
¿Te parece que los lácteos pueden tener otros beneficios más?