El metilfenidato, conocido comúnmente por marcas como Ritalin y Concerta, es un estimulante del sistema nervioso central que se utiliza principalmente en el tratamiento del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y la narcolepsia. Sin embargo, el uso indebido y el abuso del metilfenidato son cada vez más frecuentes, lo que podría significar un grave problema social y de salud pública.
El abuso de metilfenidato abarca una serie de comportamientos, como el uso no médico, el consumo excesivo y la distribución ilícita. El uso indebido de metilfenidato es especialmente destacado entre las personas que buscan mejorar su rendimiento cognitivo, como los estudiantes que buscan ventajas académicas o las personas que ejercen profesiones exigentes. Además, también se ha observado un uso indebido recreativo por sus efectos estimulantes.
Varios factores contribuyen al abuso del metilfenidato. Entre ellos se incluyen la facilidad de acceso debido a su prescripción, las presiones sociales para sobresalir académica o profesionalmente y las ideas erróneas sobre su seguridad y eficacia como potenciador cognitivo. Además, las enfermedades mentales, como la depresión o la ansiedad, también pueden aumentar la probabilidad de abuso.
El consumo abusivo de metilfenidato puede acarrear numerosas complicaciones para la salud, como problemas cardiovasculares, trastornos psiquiátricos y adicción. Nunca tomes medicamentos controlados o psiquiátricos sin antes consultar a un especialista.