La adicción es una enfermedad compleja y mortal que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por comportamientos compulsivos y perjudiciales a pesar de las consecuencias adversas. Altera la química del cerebro, lo que provoca debilidad de juicio, inestabilidad emocional y un intenso deseo de consumir la droga.
Aunque los tratamientos tradicionales, como la terapia, los grupos de apoyo y los medicamentos, han demostrado ser efectivos, hay casos en los que nada de esto funciona. Tal era el caso de Gerod Buckhalter, quien tras casi dos décadas de luchar con una fuerte adicción a los opiáceos, y después de intentarlo una y otra vez, no podía mantenerse limpio por más de tres meses.
Esto le llevó a convertirse, en noviembre de 2019, en el primer paciente en someterse a la cirugía cerebral experimental para tratar la adicción. Un innovador procedimiento conocido como estimulación cerebral profunda (ECP), desarrollada originalmente para tratar la enfermedad de Parkinson. Consiste en implantar electrodos en regiones específicas del cerebro para modular la actividad neuronal.
El objetivo de esta intervención era “recablear” el cerebro de Buckhalter, reducir sus ansias de drogarse y reforzar comportamientos más saludables. El procedimiento pretendía modular el sistema de recompensa del cerebro y el control de los impulsos, que suelen estar desregulados en las personas adictas.
Sorprendentemente, a más de cuatro años de la cirugía realizada por el neurocirujano Ali Rezai, Buckhalter no ha vuelto a consumir drogas. Cabe mencionar que su rehabilitación está respaldada por una terapia continua, asesoramiento y grupos de apoyo, elementos fundamentales en su éxito a largo plazo.
Es importante señalar que esta la ECP no es una solución autónoma para la adicción. La recuperación de Buckhalter se vio respaldada por una terapia continua, asesoramiento y grupos de apoyo. Estas medidas adicionales desempeñaron un papel fundamental en su éxito a largo plazo.
Esta innovadora cirugía se realizó a 3 personas más, de las cuales, una tuvo un éxito muy parecido al de Buckhalter, pero otra recayó. En cuanto al paciente más reciente, es demasiado pronto para saberlo. El doctor Rezai está preparando un estudio más amplio.
Aunque esta no es una opción de tratamiento disponible, ni adecuada para todos los adictos, el éxito de este caso abre nuevas posibilidades para estudiar posibles tratamientos ciertos casos de esta devastadora enfermedad.