El pescado es una proteína de alta calidad y baja en grasas. Está lleno de ácidos grasos omega-3 y vitaminas como la D y la B2 (riboflavina). El pescado es rico en calcio y fósforo, y una gran fuente de minerales, como hierro, zinc, yodo, magnesio y potasio. La Asociación Americana del Corazón recomienda comer pescado al menos dos veces por semana, como parte de una dieta saludable. El pescado está repleto de proteínas, vitaminas y nutrientes que pueden disminuir la presión arterial y ayudar a reducir el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral.
El pescado es una fuente importante de ácidos grasos omega-3. Estos nutrientes esenciales mantienen el corazón y el cerebro sanos. El cuerpo humano no produce ácidos grasos omega-3, por lo que es necesario obtenerlos a través de nuestra alimentación. Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en todos los tipos de pescado, pero son especialmente altos en los pescados grasos, como el salmón, la trucha, las sardinas, el arenque y el atún.
Los ácidos grasos omega-3 tienen muchos beneficios para la salud, entre los cuales están:
- Ayudan a mantener el corazón sano reduciendo la presión arterial y el riesgo de muerte súbita, infarto, ritmos cardiacos anormales y accidentes cerebrovasculares.
- Ayudan al funcionamiento saludable del cerebro y al desarrollo infantil de la visión y los nervios durante el embarazo.
- Puede disminuir el riesgo de depresión, enfermedad de Alzheimer, demencia y diabetes. Ayuda a prevenir la inflamación y reducir el riesgo de artritis.
Además, las investigaciones sugieren que el consumo regular de pescado puede reducir el riesgo de algunas enfermedades y trastornos como asma. Los niños que comen pescado pueden tener menos probabilidades de desarrollar asma, demencia, diabetes, y en mujeres embarazadas puede evitar el parto prematuro.