Durante la quimioterapia, realizar ejercicio es seguro, mejora la capacidad cardiorrespiratoria y reduce algunos de los efectos adversos del tratamiento. Esto según un estudio publicado en Journals of the American College of Cardiology: CardioOncology, y difundido por Mayo Clinic. El comunicado indica también que, si durante el tratamiento el ejercicio no es factible, el paciente puede realizarlo posteriormente, con resultados benéficos muy similares.
Durante el tratamiento de quimioterapia la capacidad cardiorrespiratoria disminuye hasta en un 25%, además de que hay un aumento de la fatiga y la morbilidad cardiovascular. La actividad física mitiga estos efectos secundarios.
Los investigadores examinaron la eficacia de hacer ejercicio durante la quimioterapia, en comparación con la realizada después del tratamiento para mejorar la aptitud cardiorrespiratoria a largo plazo. Las actividades incluyeron bicicleta fija, entrenamiento con pesas y pesas libres, y bádminton, con intensidad de moderada a vigorosa. Los resultados indicaron que el momento óptimo para realizar ejercicio físico es durante la quimioterapia. Sin embargo, si esto no es posible, hacerlo después es una alternativa viable.
La autora principal del estudio Annemiek M.E. Walenkamp, MD-PhD manifestó que espera que estos hallazgos motiven a los proveedores de atención médica a animar a sus pacientes para que realicen ejercicio durante el tratamiento contra el cáncer.