
Calostro: la primera leche para el bebé

La primera etapa de la lactancia comienza en la segunda mitad del embarazo, cuando los senos comienzan a producir calostro. Esta primera etapa de la producción de leche continúa hasta que baja la leche. La nueva madre comenzará a producir leche madura dentro de los 3 a 5 días siguientes al parto. Hasta por dos semanas la leche continúa siendo una mezcla de calostro y leche madura; es la etapa de transición de la leche.
El calostro contiene células vivas, es un fluido vivo que contiene linfocitos (células de defensa) que, al ser ingeridos por el bebé, le pasan información inmunológica. El bebé absorbe estos linfocitos, los cuales le dan protección a largo plazo.
El calostro tiene más de 60 componentes, 30 de los cuales son exclusivos de la leche humana. Es especie-específico, es decir, que ha sido diseñado y perfeccionado por la naturaleza para bebés humanos. Muchos de estos componentes están presentes en pequeñísimas cantidades, y la complejidad de su interrelación es sorprendente: se vinculan unos con otros para trabajar unidos y ayudar al bebé a responder adecuadamente a microbios, virus y hongos.
El calostro es rico en inmunoglobulinas, que son las que dan protección a los bebés contra virus, bacterias y toxinas, igual que lo seguirá haciendo más adelante la leche madura. Los anticuerpos en la leche materna evitan que los microbios ataquen las células epiteliales, por donde entran las infecciones al organismo. Los linfocitos del tubo digestivo de la madre migran hacia la glándula mamaria, lugar donde producen anticuerpos adecuados contra los patógenos del medio en donde viven la madre, y ahora el bebé.
Algo maravilloso es que esos anticuerpos no gastan energía al hacer su trabajo, como sí sucede con otros síntomas de defensa, como la fiebre. Y al actuar de esta manera permiten que el bebé puede usar toda la energía para su crecimiento y desarrollo.
La principal inmunoglobulina de la leche humana es la secretora IgA. Los anticuerpos producidos son específicos para el entorno de la madre, y están dirigidos en contra de los patógenos del entorno del bebé. La principal función de la IgA, junto con otras inmunoglobulinas, es la de recubrir el interior del estómago e intestinos del bebé. Estas superficies quedan entonces en capacidad de defender al bebé de virus y bacterias, al no permitir que patógenos se adhieran a ellas.
Existen muchas otras cualidades que hacen que el calostro sea único: contiene altas cantidades de sodio, potasio, cloro y colesterol. Se cree que la combinación de estos elementos estimula el desarrollo óptimo del corazón, el cerebro y el sistema central nervioso del bebé. Se cree que esta
es la razón de la prolongada secreción de calostro en madres que tienen a sus bebés prematuramente; ofrecer a estos bebés la mejor oportunidad de desarrollo óptimo de sus frágiles órganos.
Existen muchas otras cualidades que hacen que el calostro sea único: contiene altas cantidades de sodio, potasio, cloro y colesterol. Se cree que la combinación de estos elementos estimula el desarrollo óptimo del corazón, el cerebro y el sistema central nervioso del bebé. Se cree que esta es la razón de la prolongada secreción de calostro en madres que tienen a sus bebés prematuramente; ofrecer a estos bebés la mejor oportunidad de desarrollo óptimo de sus frágiles órganos.
El calostro es también rico en proteínas: contiene alrededor de tres veces más que la leche humana madura. Estas importantes proteínas ayudan a proveer a los recién nacidos de una nutrición óptima, a la vez que los defienden contra las infecciones y facilitan el desarrollo de importantes funciones fisiológicas.
Es importante que las madres sepan que el calostro hace una gran diferencia en el desarrollo del sistema inmunológico de sus bebés.