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Pseudoartrosis, un hueso que no cicatriza correctamente.


Pseudoartrosis, un hueso que no cicatriza correctamente.

Cuando una persona sufre una fractura, lo esperable es que el hueso se recupere con el tiempo si se siguen las indicaciones médicas. Sin embargo, en algunos casos el hueso no se une adecuadamente, incluso después de varios meses. A esta complicación se le llama pseudoartrosis.

La pseudoartrosis es una condición en la que una fractura no logra sanar adecuadamente después de un tiempo prolongado (generalmente más de 6 meses). El término significa “falsa articulación”, ya que el extremo de los huesos fracturados no se une y queda un espacio que puede generar movimiento anormal, como si se formara una articulación nueva. Esto puede causar dolor, inestabilidad y pérdida de la función de la extremidad.

Las causas pueden ser diversas. La más comunes son:

- Falta de inmovilización correcta de la fractura.
- Infecciones en el sitio de la lesión.
- Mala alineación de los fragmentos óseos.
- Trastornos que afectan la cicatrización, como la diabetes u osteoporosis.
- Uso de ciertos medicamentos.
- Tabaquismo.
- Apoyo o movimiento prematuro de la extremidad fracturada.

Además, el estado general de salud del paciente y la localización de la fractura también influyen.

Los síntomas principales son:

- Dolor persistente en el lugar de la fractura.
- Inflamación o sensibilidad al tacto.
- Sensación de inestabilidad o movimiento extraño.
- Dificultad para mover o apoyar la extremidad.
- En algunos casos, deformidad visible.

Si ha pasado mucho tiempo desde la fractura y los síntomas continúan, es importante acudir al médico ortopedista, quien podría solicitar radiografías para observar si los extremos del hueso se han unido. En algunos casos se utilizan otros estudios como tomografías o resonancias magnéticas. Si se sospecha una infección, también se pueden solicitar análisis de sangre.

El tratamiento depende del tipo de pseudoartrosis, la localización y el estado del paciente, podría incluir cirugía para estabilizar el hueso con placas, clavos o tornillos, injertos óseos que ayudan a estimular la regeneración del hueso, o estimulación eléctrica o ultrasónica. La rehabilitación posterior es muy importante para recuperar la movilidad y la fuerza.