
Más que un medicamento para bajar de peso.

La semaglutida (Ozempic ®, Wegovy ®) es un medicamento relativamente nuevo que ha llamado la atención por su eficacia en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la resistencia a la insulina. Se ha convertido en una opción útil para muchas personas que buscan controlar mejor sus niveles de glucosa en sangre, además de ayudar con la pérdida de peso y otros beneficios para la salud.
La semaglutida es un medicamento que imita la acción de una hormona natural llamada GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1). Esta hormona se libera en el intestino después de comer y ayuda al cuerpo a controlar los niveles de azúcar en la sangre. La semaglutida actúa estimulando la liberación de insulina cuando los niveles de glucosa están elevados, y al mismo tiempo reduce la cantidad de glucosa que el hígado libera al cuerpo. También ralentiza el vaciado del estómago, lo que ayuda a sentirse lleno por más tiempo.
Se administra por inyección subcutánea, generalmente una vez por semana, aunque también existe una versión oral.
En personas con diabetes tipo 2, el cuerpo no utiliza bien la insulina, lo que causa que los niveles de azúcar en la sangre se eleven. La semaglutida ayuda a mejorar este problema al aumentar la sensibilidad a la insulina y facilitar un mejor control de la glucosa. Además, ha demostrado ser efectiva para reducir la hemoglobina A1c (un indicador del promedio de azúcar en sangre en los últimos tres meses), lo que ayuda a prevenir complicaciones a largo plazo.
Otro beneficio importante es que muchas personas que usan semaglutida también pierden peso, lo cual es muy útil, ya que el sobrepeso es un factor que contribuye a la diabetes tipo 2.
La resistencia a la insulina es una condición en la que las células del cuerpo no responden bien a la insulina. Aunque no siempre se acompaña de diabetes, puede ser una señal de advertencia. En personas con resistencia a la insulina, la semaglutida puede ayudar a mejorar la forma en que el cuerpo responde a esta hormona, reduciendo así el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Además de mejorar la sensibilidad a la insulina, la pérdida de peso que suele acompañar al tratamiento también contribuye a reducir la resistencia.
Como cualquier medicamento, la semaglutida puede tener efectos secundarios. Los más comunes incluyen náuseas, vómito, diarrea o estreñimiento, sobre todo al inicio del tratamiento. Estos síntomas suelen mejorar con el tiempo. En casos raros, puede haber problemas más serios, como pancreatitis o problemas en la vesícula biliar.
La semaglutida no debe usarse sin la supervisión de un médico. Es importante seguir las indicaciones y acudir a revisiones periódicas para evaluar la respuesta al tratamiento y ajustar la dosis si es necesario.