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El pequeño aparato que salva vidas.


El pequeño aparato que salva vidas.

El marcapasos es un pequeño dispositivo médico que ayuda a controlar el ritmo del corazón. Es una herramienta muy importante para personas cuyo corazón late demasiado lento, irregular o con pausas largas. Gracias a este aparato, millones de personas en todo el mundo pueden llevar una vida más activa y saludable.

La historia del marcapasos comenzó en la década de 1950, cuando el ingeniero Wilson Greatbach, mientras trabajaba en un dispositivo para grabar sonidos del corazón, colocó por error una pieza equivocada en un circuito eléctrico. Para su sorpresa, el aparato comenzó a emitir impulsos eléctricos rítmicos, similares a los latidos del corazón. Este accidente llevó a la creación del primer marcapasos implantable. Desde entonces, la tecnología ha avanzado mucho, pero la idea básica sigue siendo la misma: ayudar al corazón a latir correctamente.

El marcapasos se suele utilizar en personas que tienen un problema llamado bradicardia, es decir, un ritmo cardíaco más lento de lo normal. También puede usarse en casos de bloqueos eléctricos dentro del corazón o cuando el ritmo cardíaco se vuelve muy irregular. Estos problemas pueden causar síntomas como mareos, fatiga, desmayos o incluso poner en peligro la vida.

El marcapasos funciona enviando pequeñas señales eléctricas al corazón cuando detecta que no está latiendo como debería. Estas señales corrigen el ritmo y permiten que el corazón siga bombeando sangre al cuerpo de manera eficiente. El dispositivo se coloca debajo de la piel, cerca del pecho, y se conecta al corazón mediante unos cables delgados llamados electrodos.

El procedimiento para colocar un marcapasos se llama implantación. Es una cirugía que generalmente no requiere anestesia general. En muchos casos se realiza con anestesia local y sedación ligera. Durante la operación, el médico hace una pequeña incisión en el pecho, coloca el marcapasos debajo de la piel y guía los cables hasta el corazón a través de una vena. Todo el procedimiento suele durar entre una y dos horas, y muchos pacientes pueden irse a casa al día siguiente.

Después de la cirugía, es importante seguir las indicaciones del médico. En las primeras semanas, se recomienda evitar levantar objetos pesados o hacer movimientos bruscos con el brazo del lado donde se colocó el marcapasos. También es necesario asistir a revisiones médicas periódicas para asegurarse de que el dispositivo esté funcionando correctamente.

Con el tiempo, la batería del marcapasos se va agotando, y puede ser necesario reemplazar el dispositivo después de varios años. Sin embargo, estos cambios son seguros y más sencillos que la primera implantación.

Todo empezó con un error, pero ese error llevó a uno de los avances médicos más importantes del siglo XX.